A través del concepto de bionutrición en rumiantes, con el nuevo paradigma buscan revolucionar la producción ganadera
Con el objetivo de aplicar biotecnología y bionutrición para mejorar la sincronía del rumen, Genofeed desarrolló alimentos que mejoran la digestibilidad de los rumiantes, maximizando las fermentaciones y optimizando la absorción de los nutrientes.
Desde la empresa destacan que el producto genera una mayor rentabilidad económica y es más amigable con el medio ambiente. Además, este año realizaron una inversión millonaria y esperan duplicar sus ventas históricas.
Bioalimentos de Genofeed
“Lo que hacemos es investigación, desarrollo e innovación aplicada para dar soluciones a la ganadería”, sintetiza Diego Jatón, quien forma parte de la compañía desde hace dos años y describe a la empresa como “biotecnología simple, sustentable, rentable y eficiente”. Según aclara, la idea de la empresa es ser una usina de productos del sector ganadero basado en el modelo tecnológico Sybnir [por sus siglas en inglés, que significan bionutrición sincrónica en rumiantes]. Desde la firma, que nació en 2018, buscan cambiar el concepto de cómo es la nutrición tradicional en rumiantes, y no solo trabajan con vacas, sino también con ovejas y cabras.
Qué son los productos de bionutrición ruminal
“En la nutrición tradicional siempre se explicó que para producir más kilos se tenía que trabajar con materia prima de buena calidad. Pero en la Argentina era inviable por los costos, porque la comida era más cara que el kilo de carne que se producía”, explica Roberto Reviglio, director técnico de la empresa. Entonces, desde la compañía decidieron aprovechar el conocimiento de la parte fisiológica y digestiva del rumiante y desarrollar un producto que mejora la digestibilidad y degradabilidad de los alimentos en el sistema digestivo del animal.
“Desarrollamos esta tecnología que maximiza la fermentación dentro del rumen y que mejora la digestibilidad”, detalla Reviglio. El ingeniero zootecnista compara: “Lo que hacemos es poner una `tropa de elite´ dentro del rumen, que trabaja sobre los pastos de baja digestibilidad y los lleva a degradar”. En ese punto ingresa la sincronización. “Muchas veces en condiciones naturales tenemos poblaciones altas de microorganismos que no tienen alimento, o al revés. Nosotros sincronizamos esa oferta de alimento con la demanda y mejoramos la fermentación. Con esto, se logra producir más kilos de carne a un precio más barato”, destaca Reviglio. De esta forma —insiste el experto— el animal aprovecha mejor el alimento, porque sintetiza su aporte, y, con menos comida, se logra producir más, lo que hace que sea más rentable económicamente.
El producto de bionutrición ruminal desarrollado por la firma tiene dos formas de aplicación: por medio de biosales y mediante bionúcleos. “Los bionúcleos y biosales son premezclas que tienen un aporte vitamínico mineral que es el atrayente y cubre los requerimientos diarios de los animales. En esta ingesta ingresan microorganismos y un complejo enzimático de diseño propio de Genofeed, que es el que funciona a modo de llave para las estructuras de los pastos que presentan baja digestibilidad. Esto permite que organismos naturales del rumen puedan degradar la fibra, llegar hasta la glucosa y aprovechar cada uno de los pastos”, detalla Reviglio.
Las ventajas de los productos de bionutrición ruminal
Además de tratarse de un producto más rentable, Reviglio asegura que la bionutrición es bondadosa con los rumiantes: “A los animales los afecta favorablemente, porque a nivel ruminal, se sienten mejor. A su vez, hay una sanidad ruminal que los acompaña, porque en los feedlot hay dietas altas en concentrados, para tener ganancia, y eso lleva a consecuencias como la acidosis. En el caso de la tecnología, trabajamos con mayor aporte de fibra y bajamos el contenido de los concentrados. Esto equilibra el PH del rumen evitando trastornos gástricos”.
Por otro lado, desde la firma aseguran que se trata de una producción más amigable con el medio ambiente. “Con la tecnología que aplicamos, los animales están más saludables y contentos, y el mundo ganadero es más sustentable, porque disminuye la emisión de gas metano”, describe Jatón, quien añade que están trabajando para validar la disminución de este tipo de gas a partir del consumo de los productos de la compañía. “Al tener mejor sincronización en el rumen y mejor digestibilidad, estamos seguros de que tendremos una disminución de desperdicios. Muchas veces esa pérdida es el gas metano al que se asocia la ganadería”, completa.
El vertiginoso crecimiento de la compañía y los próximos proyectos
La empresa, que emplea a 50 personas entre trabajadores directos e indirectos, tiene dos laboratorios, una planta elaboradora de premezcla y otra de productos bio. En la actualidad, la compañía está centrada en la producción y generación de productos, por lo que tercerizan su distribución.
Entre 2018 y fines de 2021, la empresa tuvo una venta acumulada de 350 millones de pesos y estiman que solo este año lograrán el volumen de ventas histórico. Es decir, creen que duplicarán el nivel tan solo con las ventas de 2022. Para lograr lo proyectado, este año, la empresa invirtió 35 millones de pesos para posicionar el producto en el mercado, automatizar y desarrollar nuevos productos y abrir nuevos mercados en Brasil, Paraguay, Bolivia y México. El objetivo para 2023 es dedicarse a pleno a las exportaciones.
A su vez, están desarrollando un producto específico para el tratamiento del agua en zonas donde no se puede llevar adelante la producción ganadera, como en la zona norte de Santa Fe y Santiago del Estero. “La idea es desarrollar un producto para volver consumible el agua para el animal. Esto genera que extensiones territoriales improductivas se vuelvan productivas”, indica Jatón. Los planes son ambiciosos: “La idea es desarrollar todo el tiempo nuevos productos bio para cada sector de la cadena ganadera”, adelanta.