Un trabajo de investigación de los asesores Fernando Flores y Emilia Balbi, de INTA Marcos Juárez, muestra los cambios poblacionales a partir de la implantación de estas especies invenales.


De acuerdo a una encuesta de la Red de Manejo de Plagas de Aapresid (REM), el 30% de los productores que integran la entidad, incorpora cultivos de servicios (CS) a sus rotaciones.

Sin dudas, un datos significativo que aporta múltiples beneficios a los sistemas: competencia con las malezas, mejora en el contenido de materia orgánica del suelo, estabilidad de los agregados y aumento de la biodiversidad, entre otros factores.
Pero la tendencia hacia sistemas siempre verdes tiene alto impacto en los niveles poblacionales de algunas plagas.
Según los expertos en entomología agrícola del INTA Marcos Juárez, Fernando Flores y Emilia Balbi, quienes llevan adelante diferentes ensayos sobre cultivos de servicios, la abundancia de especies no cambió por estos cultivos, pero sí su composición.

Como parte de la influencia que hacen los CS, explican los técnicos de Marcos Juárez, estos pueden ofrecer: como alimento, como “puente” hacia otros cultivos, como refugio, o bien, como “trampa” de otros insectos.

LOS CAMBIOS DE COMPOSICIÓN
Entre los diferentes cambios que se observan en las plagas, las coasociaciones de vicia con gramíneas sirven como alimento para trips y arañuelas. También los pulgones anidan en vicia y gramíneas y pueden ser un perjuicio para el maíz siguiente en la rotación.

Por su parte, observaron los técnicos cordobeses que, en la medida que aumenta la participación de gramíneas en el cultivo de servicio, se incrementa la presencia de la chicharrita Delphacodes kuscheli, transmisora del virus del Mal de Río IV.
Para los casos de “puentes verdes”, se favorecen plagas como bicho bolita en soja y también orugas cortadoras. En este sentido, el equipo de INTA registró que el ciclo y especies del CS influyen en la composición de especies de cortadoras (Agrotis malefida, Agrotis ipsilon o Exuoa bilitura, Peridroma saucia),y, por tanto, en los niveles de daño en la implantación de sucesores como maíz.

Asimismo, los cultivos de servicio brindan “refugio” a otras especies como la chinche de los cuernos, así como pueden ser “trampa” para insectos voladores, como polillas, que eligen el cultivo de vicia en floración para oviponer y desarrollar su generación.

CONTROL

El equipo de INTA advierte que el método de secado del cultivo de servicio puede ser una herramienta clave para el control: “El rolado produce alta mortalidad de los individuos por efecto mecánico”.

Asimismo, cabe destacar que, todas estas interacciones entre estos cultivos y las poblaciones de insectos perjudiciales, también sucede para los benéficos, aumentando el rol de estos últimos en el control biológico en la medida que hay un menor disturbio del ambiente.

En este sentido, los investigadores mencionan ensayos en trigo, donde lotes bajo diversos sistemas mostraron un 70% más de control biológico de chinche verde por acción de la mosquita parasitoide (Trichopoda) versus lotes con rotaciones típicas.