Las federaciones rurales del sur argentino afirmaron que la brecha cambiaria es el principal problema para la actividad. Y consideraron al ‘dólar soja’ como una “discriminación, injusta y arbitraria”.
La Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz (FIAS), la Federación de Rurales del Chubut y la Federación de Sociedades Rurales de Río Negro emitieron un comunicado conjunto, compartido por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), en el que advirtieron por el “estado angustiante” en que se encuentra la actividad ovina.
Según las rurales patagónicas, el principal problema es “la desastrosa brecha entre el dólar oficial con el que se cobra la lana, y el dólar real que define el aumento de los costos”.
Esto “ha puesto a miles de productores patagónicos en una situación angustiante de la que muchos definitivamente no pueden salir y terminan cerrando los campos”, alerta el documento.
Y en ese sentido, opina que la implementación del ‘dólar soja’ es “una discriminación injusta, arbitraria y que posterga el sinceramiento de la variable del tipo de cambio para producciones netamente exportadoras, como la lana”.
TIPO DE CAMBIO COMPETITIVO
Para las Federaciones rurales del sur argentino, “resulta enojoso y discriminatorio que se inventen tipos de cambio para determinadas producciones y se postergue o ignore a otras, con iguales o mayores problemas económicos y financieros”.
Desde su punto de vista, es imprescindible una mejora en el tipo de cambio como única salida para recuperar competitividad y que el negocio sea económicamente sustentable.
“Los reintegros por exportación, los planes integrales para la ganadería, las líneas crediticias, los planes sanitarios, etc. no solucionan el problema. No cobramos dólares, cobramos pesos, entonces es urgentemente necesario que el tipo de cambio con el que nos pagan la lana tenga la evolución que tienen la inflación, el salario y el resto de los costos”, describe el comunicado.
Al respecto, recuerda además que la lana no es un alimento que llega a la mesa de los argentinos, y que más del 90% de su producción se exporta.
“No formamos precio, sino que lo tomamos del mercado internacional y entonces el tipo de cambio resulta vital para enfrentar el constante aumento de todos los precios relativos que conforman los costos del sector lanero”, subrayan las asociaciones patagónicas.