Es gerenta de calidad y producción de ValorA, una firma cordobesa que produce proteínas de soja texturizada. Su historia, su modelo de mujer en la vida y cómo ve el futuro de los alimentos vegetales, en una nueva entrega de ELLAS.


La historia de María Florencia Ricca -la tercera protagonista de la serie de podcast ELLAS– y de su familia, es de esas que dan sentido a la palabra “emprendedores”.

La tradición familiar vinculada al campo tiene raíces tanto por el lado materno, con una historia ligada a la metalmecánica; como por el lado paterno, con campos en San Martín de las Escobas (Santa Fe) y luego cuando su padre, Alfredo Ricca, compró Los Almendros, un establecimiento de 200 hectáreas sobre la ruta 19, en la localidad de El Tío, casi 200 kilómetros al este de la capital de Córdoba.
El foco de los Ricca siempre fue agregar valor en origen. Empezaron con abejas y la producción de miel, y después instalaron una pequeña planta para procesar soja y obtener aceite y expeller para la nutrición animal.

Ese fue el puntapié para luego, en 2013, empezar a procesar soja, pero para obtener proteína texturizada para consumo humano. Casi una década después, la empresa ValorA vende este producto no solo a Argentina, sino fundamentalmente al exterior, que es su principal mercado.


María Florencia es la mayor de los cuatro hermanos que hoy impulsan a la empresa, desde el rol de gerenta de calidad y producción primaria: como en cada entrega de ELLAS, aquí contará sobre su actividad, pero también sobre la mujer detrás de la empresaria.

– ¿Cuáles son tus primeros recuerdos con el campo y la ruralidad?
– Los primeros recuerdos con el campo me llevan a cuando era muy pequeña. Mi abuelo por parte de mi padre tenía un campo en San Martín de las Escobas, Santa Fe, y lo visitábamos bastante seguido siendo niños. Después, cuando cumplí 10 años decidí empezar el colegio agrotécnico en San Francisco, Córdoba, donde vivíamos. Era doble escolaridad, mitad del día o día completo, a veces la pasábamos en el campo. Por eso me retrotrae a mi infancia y a todo el secundario. Me recuerda muchas actividades que hacíamos en el colegio, algunas eran a la mañana temprano, ir a cortar alfalfa para darle a los animales, atender el tambo, yo estaba muy involucrada en la parte del vivero, siempre me gustó mucho esa producción intensiva. Esos momentos vividos juntos con compañeros fueron muy lindos. Uno de esos compañeros es hoy en día mi marido con el cual compartimos todo.

– ¿Qúe es lo que mas te gusta de lo que hacés hoy?
– La vinculación entre campo, la tierra, y los alimentos. Y esos alimentos a su vez vinculados a la calidad e inocuidad y todo lo que Argentina para ofrecer al mundo.

– ¿Y qué te entusiasma cuando mirás para adelante?
– Me entusiasma llevar toda esa pasión que logramos desarrollar en la familia hacia las nuevas generaciones. Que las futuras generaciones entiendan al igual que lo hacemos nosotros ese vínculo con la tierra, los alimentos y la producción.



– Ya que mencionaste a las nuevas generaciones. ¿Cómo les está resultando conseguir gente para trabajar en el campo?
– La nuestra es una empresa familiar agroindustrial; nos dedicamos a la producción de proteínas vegetales. Hoy ValorA emplea a más de 30 personas de manera directa. La planta y el campo están emplazados en El Tío, que tiene 8.000 habitantes. Con lo cual al momento de contratar gente se nos hace difícil, pero por suerte, y también acompañados de la capacitación y apoyo que venimos haciendo, todos los colaboradores que tenemos están 100% comprometidos con nosotros, con el proyecto, con el producto. Quizás en una ciudad más grande sería más fácil conseguir gente, pero no es hoy en día un impedimento para hacer lo que hacemos.

– ¿Cómo es trabajar en familia? ¿Cómo ha sido la transición generacional en una empresa en la que trabajan los cuatro hermanos? ¿Cómo hicieron para que las decisiones no se tomen en el asado del domingo?
– ValorA nació con un sueño de mi padre de industrializar la materia prima de la región y transformarla en un producto exportable. El fue el que tuvo la visión y las ganas de hacer este proyecto y nos fue preguntando a cada uno si queríamos acompañarlo. Asi que fue una decisión de cada uno de los hijos de sumarnos a este proyecto. Hoy ValorA cumple 10 años y fue un camino que fuimos transitando juntos. Y el año pasado dejamos de ser una empresa unipersonal para convertirnos en una sociedad anónima; en ese traspaso trabajamos bastante en el recambio generacional, la transición, en un protocolo familiar, y otras herramientas que nos ayudan a organizarnos mejor y que cada uno ocupe el rol y el lugar que le corresponde, porque creemos que de esa manera cada uno puede dar más haciendo lo que le gusta.


EL FUTURO DE LOS ALIMENTOS VEGETALES
– ¿Hacia dónde creés que van los plant based o alimentos en base a plantas como los que ofrecen ustedes?
– Creemos que es un segmento que está ya con muchísimo crecimiento hace varios años. Cuando empezamos hace 10 años a producir soja texturizada como producto estrella, lo veíamos como un producto del futuro, como algo que tenía una posibilidad para Argentina muy grande. Nosotros ya tenemos esta experiencia, un camino recorrido, y nos estamos preparando para estar fuertes y poder abastecer a nuestros clientes de la mejor manera con nuestros productos.

– ¿Cuáles son los productos que trabajan puntualmente en base a plantas?-
Uno puede consumir proteínas vegetales de distintas maneras. Nosotros exportamos proteína de soja texturizada a granel en bolsas de 20 kilos y, por lo general, nuestros clientes son distribuidores que abastecen a la industria alimenticia. La otra parte es el segmento doméstico, que es el consumo que tiene la gente cuando va a una dietética o supermercado. En esa decisión del reemplazo de la carne están los veganos, los vegetarianos y últimamente están muy de moda los flexitarianos que hacen un consumo combinado, balanceado entre lo que es proteína vegetal y animal.


– ¿Qué proceso tiene la soja texturizada?
– La proteína de soja texturizada se usa en la industria de alimentos. Sirve como reemplazo de la carne. En cuanto al proceso, desde que recibimos el grano de soja pasa por una limpieza exhaustiva, después que cumplió con el proceso de calidad e inocuidad en la recepción pasa por dos extrusiones. Un primer proceso a partir del cual se obtiene aceite y expeler. Y luego ese expeler es sometido a otro proceso de extrusión y secado de donde se obtiene la proteína de soja texturizada.

LA MUJER DETRÁS DE LA EMPRESARIA
– Vos participás del Grupo de Mujeres Rurales. ¿En qué sirve esa experiencia?
– Creo que el involucramiento que estoy teniendo en distintas instituciones sea en el Grupo de Mujeres Rurales, el CREA, AAPRESID, la Cámara de Comercio Exterior de San Francisco, es un poco ese momento de devolución después de toda la formación que tuvimos estos años. Siento la necesidad de dejar algo a las nuevas generaciones y devolver algo de lo aprendido. Siempre digo que estoy en un lugar afortunado por la posibilidad de acceso al estudio durante todo el tiempo y creo que eso hay que devolverlo a la sociedad, porque no todos tienen la misma posibilidad de educación que tuvimos nosotros.

– ¿En qué actividad buscás inspiración para “resetearte”?
– Toda mi vida está atravesada por el campo. Mi marido también es productor agropecuario. Es difícil llegar a casa y hablar de otro tema que no sea el campo. Por eso me resulta difícil salirme de esa temática. Sí me gusta mucho la agronomía, vinculadA a la producción de alimentos. El último tiempo, con la pandemia descubrí con mucha fuerza las redes sociales y en vez de leer un libro o mirar una película me encanta estar en las redes, informarme por ahí. Lo uso como una forma de desconectarme pero a su vez de buscar información y estar actualizado.


– ¿Si te dan un vale por “una semana sin compromisos” y sin culpas? ¿Qué hacés?-
– Si me puedo llegar a desprender de todas las obligaciones me gustaría ir a la playa. Me gusta la conexión con el agua. Y descansar. Eso es lo que más disfruto. Pero no lo haría sola. Le agregaría a eso la familia porque siempre lo considero necesario.

– Y si te digo familia: ¿qué significa para vos?
– Fue cambiando de acuerdo con tiempo. Antes eran papá, mamá y hermanos. Ahora es más grande la cosa, con mis hijos, los hijos de mis hermanos, la familia de mi marido. La familia hoy en día es numerosa y es lindo compartir con ellos. Disfruto mucho recibirlos en casa y cocinar.

– ¿La especialidad de la casa?
– Me encanta hacer tallarines caseros, me salen ricos, nunca falla. Los que lo prueban siempre se van contentos. Y también el lemon pie, que me cargan porque dicen que la hago una vez al año. (risas)


– ¿Tenés alguna mujer referente en la vida o en lo profesional?
– Si tengo que elegir te digo mi abuela materna que me enseñó mucho la conexión con la familia, la cocina. Ella no era del campo, estaba vinculada por mi abuelo a la industria, acompañando siempre y eso es lo que a mí más me quedó.

– ¿Y algún hombre?
– Mi abuelo, mi papá. Son ejemplos que he seguido, que siempre tengo firme como modelo a seguir.

– La última: ¿Una frase de cabecera?
– Sí, está vinculada a la pasión. La pasión de hacer lo que te gusta. La frase sería: “Si lo soñás lo vas a poder alcanzar”. Es plantearse lo que uno quiere hacer, soñarlo, y en algún momento va a llegar.

MUJERES EN CAMPAÑA
“ELLAS” es una serie de podcasts realizados por Infocampo con mujeres de campo que inspiran por su historia emprendedora, y que cuenta con el acompañamiento de “Mujeres en Campaña”, una iniciativa de New Holland Agriculture que ya tiene un camino recorrido y embajadoras de distintos lugares del país.

La Iniciativa Mujeres en Campaña (MEC) surgió cuando comenzamos a notar que existen muchas mujeres involucradas en el campo con grandes capacidades y que todas teníamos algo en común: la necesidad de compartir experiencias vinculadas al campo y al trabajo rural, nuestro principal objetivo es visibilizar el rol de la mujer rural en cualquiera de sus tareas sea como cliente o como una referente para el sector”, señaló Roxana López, referente de Marketing New Holland Argentina.

Desde “Mujeres en Campaña” desarrollaron el concepto de “embajadoras” que permite conocer un poco más de cada una en su rubro y, a su vez, difundir cómo trabajan y cómo se sienten.

El objetivo de este maridaje entre ELLAS y Mujeres en Campaña es llegar a mujeres de distintas edades y distintas zonas geográficas. “Nos enorgullece cuando un padre nos comenta que le recomendó a su hija inscribirse en nuestra plataforma para capacitarse y realizar algún curso de los que ofrecemos”, agregó López.

Desde la plataforma de MEC, se puede acceder a capacitaciones, foros, talleres, entrevistas y contenido de interés, además, cuenta con una Feria de Emprendedoras para dar a conocer los proyectos que lideran las seguidoras.