Ante un escenario de menor cosecha, los exportadores ratificaron que las medidas oficiales no deben afectar a la exportación. Hasta el momento, hay contratos por 9 millones de toneladas para el trigo 2022/23.
La caída en las proyecciones de cosecha para el trigo 2022/23, además de encender luces de alarma en la cadena de valor del cereal, preocupa a los exportadores.
En su última estimación, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) recortó la campaña en 1 millón de toneladas, que deja al cultivo con un volumen de 16,5 millones de toneladas.
La industria exportadora sigue de cerca esta situación. Luego del elevado nivel de ventas que generó el “dólar soja” impulsado por el Gobierno, la campaña triguera representa el último ingreso fuerte de dólares para la economía argentina.
Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) fijó la postura de la exportación, luego de la reunión que mantuvo la cadena de valor del cereal con el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo.
“Somos conscientes que hay una realidad climática y vamos a colaborar y trabajar, con la visión de que no vamos a compartir ninguna medida restrictiva”, señaló el directivo, en diálogo con Infocampo.
Y agregó: “Ninguna medida puede ir contra la exportación, porque eso sería muy perjudicial para toda la cadena”.
En este contexto y ante las preocupación de los representantes del sector triguero, Bahillo ratificó que el Gobierno no intervendrá en los mercados y que presentarán medidas para paliar los efectos de la sequía.
De confirmarse este recorte en la cosecha, uno de los posibles escenarios será la tensión entre molinería y exportación para hacerse de materia prima. En una coyuntura de alta volatilidad inflacionaria, esta situación podría generar presión sobre el precio de venta de los panificados.
Idigoras recordó que queda un stock remanente de casi 3,6 millones de toneladas de trigo de la campaña 2021/22, que podrían representar un alivio para descomprimir posibles faltantes de materia prima para el mercado doméstico. “El productor que lo tiene está en una posición financiera fuerte y quiere un buen precio para vender”, estimó.
En este punto, recordó que ya se encuentran comprometidas 9 millones de toneladas del cereal de la actual campaña, con destino de exportación. “Queremos que se respeten esos contratos”, afirmó..
PERSPECTIVAS DEL COMPLEJO SOJERO
El mes de septiembre cerró con un fuerte volumen de venta de poroto por parte de los productores, con ventas que pasaron de 2 millones de toneladas mensuales a casi 14 millones de toneladas.
Superado este viento a favor, el polo de crushing sojero hizo números y evaluó las perspectivas de la molienda. “Necesitamos que el mercado se reactive en las próximas semanas, porque tenemos que asegurar mercadería para diciembre y los próximos meses porque nos falta bastante para el empalme de marzo y abril”, explicó.
Los productores tienen en su poder unas 14 millones de toneladas de soja y tras el impulso del programa de liquidación de granos impulsado por la Casa Rosada, el volumen de comercialización opera en márgenes mínimos.
En estos días, la industria cuenta con más materia prima para procesar y cumplir los compromisos adquiridos hasta fin de año, sobre todo en harina de soja. Pero más allá de esta realidad, esperan que los productores reactiven las ventas. “Necesitamos retomar compras, porque asumimos compromisos de contratos hechos durante septiembre por más de 4 millones de toneladas, para poroto de soja y harina”, reconoció.
EL FACTOR PARAGUAY
A diferencia de otros años, la importación de soja desde Paraguay se vio afectada por la sequía que sufrió el vecino país. La industria argentina espera los resultados de la cosecha paraguaya, para retomar las compras a partir de diciembre.
“Las condiciones de cosecha en Paraguay están mostrando una mejora en relación con la campaña anterior, no hay un efecto sequía tan significativo como sucede en Argentina. Hay una perspectiva mejor en relación al año pasado”, remarcó el titular de Ciara-CEC.
BIODIÉSEL
En exportaciones de biodiésel, el único destino argentino en la actualidad es Europa. En un año con muchos vaivenes comerciales en el Viejo Continente, hasta el momento se completó el 50% del cupo previsto, que es de 1,2 millones de toneladas.
“Pensamos que en el último trimestre del año pensamos que se van a reactivar los embarques y podamos cumplir la cuota de manera plena”, señaló. Con respecto al mercado interno, en noviembre vence el plazo que los exportadores tienen para aportar 5% de este biocombustible para el corte con gasoil.
Sobre esta cuestión, el directivo adelantó que se encuentran realizando gestiones ante la Secretaría de Energía, para extender el plazo y lograr que se implemente de manera permanente.