El propietario de la Cabaña Santa Rosa detalló el paso a paso de este ejemplar que se ha impuesto en todas las competencias en las que participó, incluyendo el mundial de la raza.


En 2022, un reproductor Angus de la cabaña bonaerense Santa Rosa -ubicada en la localidad de Indio Rico-, arrasó en todas las competencias a las que se presentó.

Al mejor estilo Lionel Messi, el toro “Mateo” se impuso en la Exposición Nacional de Primavera, en el Centenario de la raza y tras ser coronado como Gran Campeón en Palermo, se consagró como Campeón del Mundo Angus.
Para llegar a este nivel, se deben conjugar una serie de factores. Además de una genética de punta y muchas pruebas, los objetivos productivos deben ser bien claros y sobre todo, hay que tener paciencia para ver los resultados en la pista y esperar que el fruto de años de trabajo se vea reflejados en las pistas.
“Es un proceso largo para ganar una exposición”, reconoció Alfredo Belloqc, titular de la cabaña, que recordó junto a Infocampo el proceso que llevó a construir paso a paso a este toro, campeón en cada certamen en donde se presentó.

La historia de Mateo se remite a 2018. Su madre fue una vaca producida en la cabaña, a partir de una transferencia embrionaria. “En ese momento teníamos pocas vacas coloradas y a partir de una que nos gustaba la empezamos a multiplicar”, explicó. El futuro campeón nació en septiembre de 2019.

En ese proceso de multiplicación apareció la madre de Mateo, que después de gestar dos crías por inseminación pasó como donante. El padre del campeón mundial es Entrador, un toro de Ganadera Villaguay S.A. “Lo vi en Palermo y de los toros colorados era el que me gustaba. Me pareció un reproductor muy correcto y genéticamente venía con origen de la cabaña Tres Marías”, agregó.

EL DESPEGUE DE SANTA ROSA
La cabaña comenzó en 2004, con un plantel de tres vacas de pedigrí. En la actualidad, el plantel de madres asciende a 300 cabezas, producen unos 150 embriones anuales y sobre todo, su labor tiene como norte algunas premisas de trabajo que se cumplen a rajatabla.

Una de ellas es hacer foco en la presión de selección de las madres, tanto en la parte fenotípica como genotípica. “Sacamos la vaca que no cubre los objetivos, la genética se debe adaptar al sistema”, sostuvo. Fuera de los reproductores de élite, apuntan a producir animales comerciales, que se adapten a distintas condiciones de producción.

El planteo nutricional para vacas se sostiene en base a pasto, mientras que en el caso de los toros se lleva a cabo una terminación, para que se encuentren en óptimas condiciones al momento de efectuar los servicios,

Y LLEGÓ MATEO
“Me acuerdo hasta el lugar en donde nació”, rememoró Belloqc, quien además explicó que el nombre Mateo fue en honor a uno de sus nietos. Y agregó: “De chiquito se destacó entre sus contemporáneos en lo que fue terneros”.


Mateo, en su época de ternero

Entre algunos de sus principales atributos, se destacan su gran profundidad, ancho de lomo y gran circunferencia escrotal. “Cuando lo destetamos, vimos que podía seguir para presentarlo en el circuito de exposiciones”, remarcó.

Con una evolución constante y luego de dos años de pandemia, comenzó el ascenso meteórico de Mateo en las pistas de jura. Su primera presentación grande fue en la 42° Exposición Nacional de Angus, que se llevó a cabo en la localidad bonaerense de Tandil, en donde ganó su cucarda de Gran Campeón.


Tras la expo, el reproductor fue conveniado con la firma Select Sires & Juan Debernardi y luego de un tiempo trabajando en esa firma, regresó al establecimiento. Con la mira puesta en el Centenario de Angus, empezaron a acomodarlo, para recuperar el estado corporal perdido.

“Al ser un toro que había pasado los dos años lo fuimos llevando despacio, empezó a convertir bien, a meter kilos y le trabajamos el pelo”, explicó.

Luego del triunfo en el Centenario, se lo preparó una vez más para Palermo. “En esa muestra estaba en estado óptimo, llegó bien e inclusive metió 70 kilos más y estaba ágil y sano”, recordó. A los 20 días del triunfo en las pistas de la Expo Rural, Mateo volvió a su trabajo.


EL NEGOCIO DE LAS DOSIS
Previo a la Exposición del Centenario Angus, se habían comercializado una 11.000 dosis del semen de Mateo, a un valor de $800. Luego de esa muestra, los pedidos empezaron a ser sostenidos y en ese momento, su valor pasó a $1.800.

En la actualidad, el toro está en un convenio con Select Sires, con un plan de negocios en donde el cabañero recibe un 20% de la facturación originada en las ventas de semen.

A este toro se le estaban congelando un promedio de 1.000 a 1.200 dosis por semana. “Si el toro produce bien, dejará regalías por un período de cinco a siete años”, detalló el cabañero. Y agregó: “creo que se trata de un ejemplar que venderá durante dos o tres años venderá alrededor de 40.000 dosis anuales”.