El ministro de Economía les advirtió a las bodegas “que no son de productores nacionales” que no intenten bajar el precio de la uva, en medio de la menor cosecha que se espera.
El ministro de Economía, Sergio Massa, realizó una fuerte advertencia este miércoles en La Rioja, al participar del acto de inicio de la vendimia 2023.
“Hasta que no esté vendida la última uva argentina ni nos sentamos a hablar de importación“, disparó Massa durante su alocución.
El jefe del Palacio de Hacienda justificó este aviso en que, tanto por las heladas como el granizo que han impactado en la producción vitivinícola, se espera una cosecha menor que la del año pasado, lo que lógicamente debería repercutir en un aumento de precio a los productores.
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Sin embargo, “algunas bodegas que ya no son productores argentinos empezaron a hablar de la importación, básicamente porque pretenden hacer cumplir las reglas del mercado con la importación y así bajarle el precio a nuestros productores”, dijo Massa, según reprodujo un cable de la agencia Noticias Argentinas.
Desde su punto de vista, esta intervención se justifica, para equilibrar las fuerzas entre los distintos actores de la cadena de la uva y el vino.
“No es el Estado que interviene de caprichoso, sino que es el Estado que regula fuerzas”, afirmó.
AYUDA CONTRA LOS DAÑOS
En este contexto, Massa anunció además un aporte de $ 10.000 millones en Aportes No Reintegrables (ANR) para productores vitivinícolas de La Rioja, Mendoza, San Juan y Río Negro que sufrieron los daños de las heladas o el granizo.
Para el Ministro, con esta ayuda la idea es “fortalecer esa marca registrada que tenemos, que es el vino argentino”. El dinero se haría efectivo durante los próximos 90 días.
Para ello, consideró que es necesario que el Gobierno “piense en instrumentos de protección y mejorar los recursos hídricos, además de promover la inversión”.