Según la Bolsa de Comercio de Rosario, con los daños cuantificados hasta ahora, se calculan más de u$s 14.000 millones de pérdidas en trigo, maíz y soja. Bajo este panorama, el fisco perdería ingresos por más de u$s 6.000 millones.


El panorama es sombrío desde hace meses, pero la actualización de estimaciones está a la orden del día y las mismas no cambian la tendencia. La sequía pulveriza proyecciones de meses atrás. Ahora, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó en u$s 14.140 millones las pérdidas en trigo maíz y soja. Se trata de un golpe del 3% al PBI nacional.

“No hay palabras para describir el impacto que ha tenido una campaña marcada por todos los récords históricos de tiempo: déficit de lluvias por tercer año consecutivo en el verano, olas de calor persistentes hasta entrado el mes de marzo y heladas agronómicas tan tarde como octubre en 2022 y tan temprano como febrero en 2023”, precisaron.

El trabajo fue elaborado por los especialistas Julio Calzada, Patricia Bergero, Emilce Terré, Cristián Russo, Tomás Rodríguez Zurro y Florencia Poeta.


Estimaron que el golpe sobre la “fábrica a cielo abierto” del campo fue dramático: “cultivos, animales, recursos naturales, han visto semana a semana deteriorarse sus condiciones hasta dejarnos en vísperas del invierno con un vendaval de pérdidas”.

“Sólo enfocándonos en los cultivos de soja, trigo y maíz (responsables en conjunto del 87% de la producción de granos en Argentina y del 43% de las exportaciones totales del país, como promedio de los últimos 3 años) las pérdidas para el sector productor superan los u$s 14.140 millones”, puntualizaron.

Además incluyeron a una consecuente menor demanda de fletes, labores, servicios financieros, entre otros. Entienden que habrá 6,4 millones de hectáreas sin cosechar y por ende 1.700.000 viajes en camión que no se realizarán.


Dos síntomas de ello se dieron en las últimas semanas desde lugares bien diferentes. El exarquero de Rosario Central, Boca y la Selección Argentina Roberto Abbondanzieri, hoy contratista rural, lamentó en la última edición de Expoagro la carencia de cultivos para cosechar: “Se nota mucho la sequía y no hay mucho para hacer”.

Además, a principios de mes transportistas de carga realizaron un prolongado corte en la ruta 9 a la altura de San Pedro, en Buenos Aires. Allí alertaron por la disminución de viajes a causa de la sequía y la menor demanda de trabajo.

“Las pérdidas totales para la actividad económica nacional ascienden a u$s 19.000 millones. En otras palabras, la sequía ya se ha cobrado 3 puntos del PBI argentino estimado para el año 2023”, apuntaron.

COMPLEJOS AGROINDUSTRIALES
Además de la importancia de las exportaciones granarias, BCR estimó que las exportaciones netas de los complejos trigo, soja y maíz, que incluyen a los despachos de aceites, harinas, biodiesel, y demás productos obtenidos por el procesamiento de los granos, la proyección de ingreso de divisas para la campaña 2022/23 cae a u$s 21.740 millones.


El contraste es durísimo: se trata de u$s 13.950 millones por debajo de la anterior campaña 2021/22 y u$s 14.240 millones por detrás de lo que se proyectaba al momento de las siembras, en septiembre de 2022.

Y en materia de recaudación a través del fisco a causa de la menor actividad se estima en u$s 6.056 millones la caída para este año. El cálculo cultivo por cultivo es el siguiente:

Soja: pérdida de u$s 2.036 millones.
Maíz: pérdida de u$s 908 millones.
Trigo: pérdida de u$s 798 millones.
“Si se computa de las exportaciones estimadas totales para la campaña lo que aún resta vender al exterior (es decir, restando las ventas ya efectivizadas según surge del registro de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior) y se estima su distribución mensual en base a indicadores estacionales, al valorizarlas por el FOB vigente para cada período se tiene que por el complejo soja dejarán de recaudarse u$s 2.314 millones de en concepto de retenciones”, plantearon.

Y cerraron: “el 76% corresponde a caída en el valor de las exportaciones del complejo soja (incluyendo poroto, harina y aceite), el 17% corresponde a pérdidas de exportaciones de maíz, y el 7% restante trigo”.