El Gobierno teutó decidió finalizar con un subsidio que tenía el gasoil y generó que los productores se dirigieran a la capital de manera masiva a protestar. El Gobierno alemán dijo haber “comprendido el reclamo”. Impresionantes imágenes.
Más de 1.000 tractores le dieron un marco singular a una protesta de productores agropecuarios alemanes, que marcharon en una manifestación por las calles de Berlín.
El fondo del reclamo fue que finalizarán los recortes de un impuesto al gasoil y que esta decisión del Gobierno conllevará inevitablemente a una suba en el costo de vida y un crecimiento de la inflación en el resto de los sectores de la economía alemana.
Un portavoz del Gobierno, Steffen Hebestreit, afirmó que “comprendía las razones de los agricultores para protestar”.
Uno de los trasfondos de la problemática radica en que los productores aún tienen gran parte de la maquinaria con motores a combustión, y todavía no han logrado realizar el pasaje a maquinarias propulsadas a electricidad.
CÓMO SE GESTÓ EL PROBLEMA
El nacimiento del conflicto se dio cuando el mes pasado el Tribunal Constitucional de Alemania obligó al poder ejecutivo a que recorte al menos 17.000 millones de euros del presupuesto 2024, con el objetivo de “no incurrir en más deuda” por parte de la administración pública.
Finalmente, tras días de negociaciones, el cuerpo de funcionarios decidió y escogió que sea el sector agrícola el que amortigüe el impacto de tamaño recorte. El modus operandi fue el de quitar las “subvenciones climáticamente dañinas” y elevar el precio de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Además se suspendieron algunos de los subsidios a la energía verde y la compra de automóviles eléctricos.
LOS PRODUCTORES
El tránsito de tractores circuló por la avenida 17 de Junio berlinesa.
Entre los presentes a la marcha se pudieron ver pancartas que afirmaban “¿Eliminar el diésel agrícola? No con nosotros”, “Estamos hartos” o “¿Hace falta pasar hambre para entenderlo?”.
Según entienden desde la Asociación de Agricultores de Alemania, las medidas representarán una carga adicional de 1.000 millones de euros al año para los agricultores.
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EL MINISTRO DE AGRICULTURA, CON LOS PRODUCTORES
Una particularidad que tuvo el reclamo es que el hombre fuerte del sector agropecuario alemán dentro del Gobierno, Cem Özdemir, ministro de Agricultura, no solo no se manifestó a favor de la decisión del poder ejecutivo: acudió en persona a la marcha y declaró en pos del reclamo.
Sus palabras sin embargo no alcanzaron a evitar abucheos por parte de los presentes.
“No estoy de acuerdo con unos recortes de esta envergadura y no estaba de acuerdo antes. He advertido al Gobierno en contra de la eliminación de las reglas fiscales del diésel agrario y de los vehículos”, afirmó.
Sin embargo el portavoz oficial del Gobierno defendió la decisión. “Si hay que ahorrar grandes sumas no es posible hacerlo sin que en algún punto resulte doloroso“, dijo Steffen Hebestreit.