Distintas asociaciones de la raza, provenientes desde diferentes países, llegaron a la Argentina y destacaron las virtudes del manejo ganadero.


De acuerdo a los datos que maneja la Asociación Argentina Angus, el 50% del rodeo argentino está compuesto por esta raza. Si se consideran que las cruzas aportan otro 20%, casi tres cuartas partes del rodeo tiene sangre de esta genética histórica que, recientemente, celebró sus 100 años en el país.
Como parte de la celebración de este centenario llegaron a la Argentina asociaciones de diferentes países de Latinoamérica, quienes ponderan la calidad de la genética, así como el trabajo y conocimiento de los ganaderos argentinos.

Ricardo Bedoya es el presidente de la Asociación Angus & Brangus de Colombia quien reconoció que la raza Angus “es un puntal, es el eje y que toda actividad ganadera debe estar enfocada a la eficiencia y la rentabilidad”.

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“Nuestra relación con la raza Angus argentina vino a consolidarte y hacerse más estrecha en los último 20 años, a partir de que un grupo de ganaderos colombianos compró terneros aquí. Con la virtualidad y la tecnología, pudimos estar al día con todo lo que acontece en el país y con la información que genera Argentina para todo el mundo sobre la raza”, dice el directivo colombiano, quien reconoce, además, que si hay un “Angus americano”, también hay “Angus argentino”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Angus Mexicana, Adrián Arras, reconoció que su paso por aquí para ver la ganadería local fue como “estar en la Disney para los ganaderos”.

La relación entre la ganadería mexicana y argentina se acercó mucho desde el año 2014. Según explica Arras, ese año se realizó la compra de los primeros embriones los cuales, por protocolo sanitario, debieron iniciar el ciclo de gestación y manejo en Canadá.

Actualmente, dice el directivo, ya están las conversaciones avanzadas entre el Senasa y el Senasica (el homólogo mexicano) para establecer un protocolo común que evite los altos costos de importación que significa mover hacienda primero hacia Canadá.

“Vinimos en varias ocasiones al país, visitando cabañas argentinas y lo que veo es una homogeneidad muy similar a lo que necesitamos en México, con un frame balanceado gracias a que los argentinos tiene esa capacidad de hacer una obra de arte con la genética”, reconoce Arras.