Ante el aviso de un veterinario de la zona, agentes de la Oficina del Senasa en Fuerte Esperanza acudieron a un establecimiento en una zona de difícil acceso
Luego de recibir una denuncia por parte de un veterinario privado, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) constató la presencia de ejemplares de vampiros Desmodus rotundus en un refugio ubicado en el paraje El Gris a 52 kilómetros de la localidad chaqueña de Fuerte Esperanza.
Bajo este marco, agentes de la Oficina del Senasa en Fuerte Esperanza acudieron al establecimiento ganadero en una zona de difícil acceso por la abundante vegetación.
Una vez constatado que se trataba de la especie transmisora de la rabia, trabajaron en el combate al vampiro instruidos, acompañados y monitoreados por el jefe del Programa Nacional de Rabia Paresiante del Senasa, Gabriel Russo.
La rabia paresiante es una zoonosis, que puede transmitirse de los animales a las personas y es mortal, de ahí radica la importancia de la prevención mediante la vacunación de los animales susceptibles de contraer la enfermedad y el control de vampiros.
Al tratarse de una enfermedad de notificación obligatoria ante el Senasa, se solicita dar aviso ante la existencia de animales con sintomatología nerviosa y la detección de posibles refugios de vampiros que serán evaluados, georreferenciados y comunicados al Programa Nacional de Control de la Rabia Paresiante del Senasa.
Las denuncias pueden realizarse en las oficinas del Organismo, a través de la aplicación Notificaciones Senasa disponible en Play Store o al correo electrónico notificaciones@senasa.gob.ar
PROGRAMA DE RABIA PARESIANTE
La rabia paresiante es una enfermedad epidémica y recurrente causada por el virus rábico transmitido por el vampiro común Desmodus rotundus, que afecta principalmente a los bovinos, a los equinos, con menor frecuencia a otras especies domésticas, al hombre y a algunos animales silvestres.
El Senasa remarca que la rabia paresiante es una enfermedad de denuncia obligatoria, tanto para los productores como para los veterinarios.
Aunque la dispersión del virus rábico a los tejidos periféricos del bovino no es abundante, el contacto con bovinos rabiosos implica riesgo de contagio para el hombre. Los contactos con bovinos rabiosos ocurren principalmente cuando se intenta medicarlos por vía oral o cuando se piensa que la disfagia que se observa en la mayoría de esos animales es consecuencia de una obstrucción alimentaria del esófago y se intenta la desobstrucción manual. También, cuando se faenan animales rabiosos o que están incubando rabia, y en las prácticas de manejo con esos animales.
Entre los carnívoros domésticos de la Argentina, hasta el momento no se han observado casos producidos por el virus rábico que transmite el vampiro; no obstante, se debe mantener una estrecha vigilancia pues, tanto el perro como el gato, depredan a los vampiros y a otros murciélagos.
Su área endémica abarca la totalidad de las provincias de Misiones, Chaco y Formosa y parte de las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero, Santa Fe y Corrientes.
Rabia: la estrategia del programa del Senasa
Vigilancia epidemiológica
Control del vampiro (Desmodus rotundus)
La vigilancia epidemiológica realiza el seguimiento y registro de los brotes de rabia en el ganado. Además, y en forma permanente, realiza el estudio de aspectos epidemiológicos, poblacionales y ecológicos del vampiro, y la búsqueda de nuevas formas para controlarlo.
El control del vampiro se lleva a cabo únicamente por personal entrenado
En los refugios
Frente a los refugios
En corrales
Diagnóstico
El diagnóstico de la rabia comprende dos etapas complementarias. La primera, corresponde al diagnóstico presuntivo o sospecha de la enfermedad efectuada por el veterinario en el campo, y la segunda, al diagnóstico de laboratorio con el que se confirma o se descarta la enfermedad.
Cinco laboratorios ubicados dentro del área endémica, en la ciudad de Candelaria, provincia de Misiones; ciudad de Salta; ciudad de Corrientes; ciudad de Tucumán, y ciudad de Resistencia, provincia del Chaco, además de la Dirección General de Laboratorios y Control Técnico (Dilab), en Martínez, provincia de Buenos Aires y el Instituto Pasteur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, son los principales encargados de los diagnósticos.
Recomendaciones del Programa de Rabia Paresiante
Indicar a los productores, ubicados dentro del área endémica, la obligatoriedad de vacunar todo el ganado de sus establecimientos durante el transcurso de un brote de rabia en su área o en la vecindad, (en cada caso, la extensión del área de vacunación obligatoria será determinada por el Senasa). La vacunación puede ser realizada por el productor y debe efectuarse con vacunas aprobadas por el Senasa, revacunando los primo-vacunados entre los 30 y 60 días posteriores a la primera dosis. La totalidad del ganado se debería revacunar al año.
Registrar la vacunación ante el Senasa.
Denunciar la presencia de animales con sintomatología nerviosa.
Solo los veterinarios extraen y envían material para diagnóstico, sin delegar a terceros la toma de muestras.
Enterrar o incinerar los cadáveres.
Avisar, ante el Senasa, posibles refugios. De ser confirmado el refugio de vampiros, se georreferenciará y se comunicará al Programa de Rabia.