En base a 30 años de relevamientos productivos, la FAUBA elaboró un mapa para conocer el impacto de la disponibilidad de agua en el cereal
De acuerdo a un estudio de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), la mejor disponibilidad de agua en el este y suroeste de la región triguera permite un mejor desempeño del cereal.
La universidad elaboró un mapa del cereal, basado en 30 años de rindes, climas y manejos. De acuerdo al trabajo, que analizó el vínculo entre el cultivo y la disponibilidad de agua en las áreas que ocupa, se hallaron dos escenarios bien diferenciados.
Por un lado, la región este-suroeste mostró lluvias suficientes, fertilización y altos rendimientos. En contrapartida, la zona centro-norte exhibió más limitaciones ambientales.
EL MAPA DE LAS LLUVIAS EN BUENOS AIRES
Según el relevamiento, el efecto que tiene el agua al momento de la siembra varía en estas dos regiones. “La reserva de agua es clave en la zona norte, en el sur no tanto, ya que es más frecuente que las lluvias acompañen”, explicaron.
En el caso de algunos suelos del sur bonaerense, el trabajo de la FAUBA reseñó el caso de tosca cercana a la superficie. “Es una capa muy dura que las raíces de los cultivos no pueden atravesar, y por eso retienen menos agua”, detallaron.
De esta manera, observaron que el agua disponible al momento de la siembra tiene mucho menos efecto que en la zona norte. Así, el rinde del cultivo presenta un alto grado de dependencia de las lluvias durante la temporada.
ALGUNAS IDEAS PARA AJUSTAR EL MANEJO
A la hora de buscar algunas soluciones prácticas a estas problemáticas, los técnicos de la FAUBA plantearon ajustes de manejo. “Podemos trabajar a campo, evaluar los patrones que encontramos y probar diferentes manejos”, señalaron.
Uno de ellos consiste en acumular agua durante el barbecho, para ver cuánto efecto tiene en el desempeño del cultivo. Otra alternativa consiste en explorar alterativas del cereal, teniendo en cuenta las características de cada zona. Por ejemplo, trigo que toleren situaciones extensas de estrés hídrico en el norte.
También remarcaron el gran potencial que tienen los modelos de simulación, usados por empresas para tomar sus decisiones productivas.