El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), realizó su 4° Punto de Encuentro para Jóvenes en Rauch. Los créditos de carbono, la gran oportunidad para este modelo de producción.


Por Florencia Lucero Heguy

Con el objetivo producir más y mejor, fundamentalmente de una manera más sustentable, con el paso de los años se han ido cambiando paradigmas e incorporando nuevos métodos de producción en el sector agropecuario.
La juventud es una gran demandante de estas transformaciones, sobre todo en lo que refiere al cuidado de los recursos, y por eso es uno de los ejes que se abordó en el 4° Punto de Encuentro para Jóvenes organizado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) en Rauch (Buenos Aires).

Allí, el ingeniero agrónomo Adrián Soler, experto en “manejo holístico” y ganadería “regenerativa”, fue el encargado de ofrecer detalles de este modelo que apunta a una producción de carne que respeta los tiempos de recuperación de las pasturas y el bienestar animal, sin abandonar el componente económico de la sustentabilidad.

Al respecto, mencionó que los créditos de carbono, por ejemplo, pueden ser un pasaporte para mejorar los márgenes en la actividad de producción de carne.

MANEJO HOLÍSTICO: TRIPLE IMPACTO
“Es como una declaración de propósitos sobre la cual nosotros vamos a definir todas las decisiones a futuro, que incluye conceptos de qué calidad de vida queremos, de dónde obtenemos la fuente de energía que necesitamos para todos los procesos, cómo queremos que sea el paisaje, cómo queremos que sea nuestro comportamiento para obtener esa calidad de vida que pretendemos”, resumió Soler, al hablar de qué significa el manejo holístico.

En otras palabras: que la apuesta por lograr una rentabilidad tenga en cuenta también los efectos que cada decisión puede tener en todos los demás componentes del ecosistema productivo, como fauna, flora, suelos y agua.



En la pata específica de la producción a campo, el manejo holístico se traduce en la ganadería regenerativa, cuyo eje es imitar la naturaleza. Por ejemplo, copiar el modo en que los rumiantes salvajes pastorean los lotes de materia intensiva, y luego los dejan descansar hasta que las pasturas vuelvan a crecer. Mientras tanto, la bosta y la orina que vierten en los suelos son fertilizantes naturales que potencian el proceso.

“La ganadería regenerativa propone restablecer el ecosistema y a través de la fotosíntesis, secuestrar carbono de la atmósfera y ponerlo en el suelo de manera estable. A partir de ahí, se disparan todos los procesos de mejora del suelo y biodiversidad que nos conducen a una mayor productividad de pasto, y nos permite acceder a una mayor renta también por la eliminación de costos directos”, añadió el especialista.

CRÉDITOS DE CARBONO
De esta manera, se monitorea no sólo la productividad y la renta sino también el ambiente, que puede llegar a ser monetizado, sobre todo un indicador muy poderoso: el carbono del suelo. Soler contó que este año están prontos a que se comercialicen los primeros bonos o créditos de carbono derivados de secuestro de dióxido de carbono de la atmósfera en pastizales.

De allí que la ganadería regenerativa además de realizar este aporte ambiental, mejora los márgenes. “Para eso es fundamental incorporar prácticas diferentes de las que se vienen aplicando, como por ejemplo planificación de pastoreo. Se exige una medición por medio de un protocolo muy estricto, avalado a nivel global, que permite establecer un stock de carbono en el suelo”, añadió Soler.


Esa cifra se vuelve a relevar tras cinco años y si arroja un diferencial positivo de carbono en suelo; es decir, que se logró secuestrar carbono, se traduce en créditos.

Soler sostuvo que actualmente hay empresas intermediarias que reciben capital que, por conciencia o convicción, invierten en comprar carbono a productores o dueños de bosques o montes que sostienen o secuestran el carbono en el suelo de un pastizal. Estas compañías invierten con productores que trabajan en ganadería regenerativa después de haber disminuido su huella de carbono y no poder llegar a un balance neutro.

“La ganadería regenerativa contribuye a aumentar los márgenes y el carbono comercializado contribuye, en determinado porcentaje, a aumentar más los márgenes netos”, finalizó, a modo de resumen, Soler.