En una jornada organizada por FAO, se buscó visibilizar las pérdidas y desperdicio de los alimentos frescos, muy especialmente las frutas y hortalizas


En el marco de una jornada sobre pérdida y desperdicio de alimentos, organizada en conjunto por FAO Argentina, la Secretaría de Agricultura y el Mercado Central de Buenos Aires, se conocieron casos en donde a partir de recuperar alimentos se generan proyectos productivos.

Esta iniciativa, que se llevó a cabo en el contexto del “Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos” (PDA), apuntó a visibilizar las pérdidas y desperdicio de los alimentos frescos, muy especialmente las frutas y hortalizas, una de las categorías que más desperdicio presenta.
A partir de este escenario, hicieron foco en las soluciones para atenuar el impacto social, ambiental y económico de esta problemática.
EL CASO DE ESCOBAR
Cristian Manuel, secretario general de la colectividad boliviana de Escobar, relató que junto a sus 1.700 socios activos comenzaron con las pruebas piloto, para hacer biodigestores que aprovechen los desechos de su mercado de abasto.

Con una capacidad de 30 a 50.000 litros, el directivo explicó que en estos momentos están en la etapa de pruebas para obtener biol, un fertilizante líquido que se obtiene en el proceso.

Puede ser aplicado primero en árboles frutales y luego en hortalizas. “Por otro lado, queremos generar electricidad para alimentar la playa de estacionamiento del mercado”, señaló Manuel.

También destacó que están en contacto con el Mercado Central de Buenos Aires, para conectar con agrupaciones y tratar de recircular mejor frutas y verduras de segunda y tercera calidad.

AGROECOLOGÍA EN CHASCOMUS
Ricardo Daniel Miccino, director de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Municipio de Chascomús, se refirió al trabajo que están haciendo en reducción de PDA. El puntapié inicial fue junto al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en un un estudio de regeneración ambiental de la Laguna de Chascomús. Luego, se inscribieron en el programa.

“Trabajamos mucho en agroecología y en el desarrollo de mercados de cercanía, y viendo que gran cantidad de pérdidas se dan en términos de logística, trabajar en cercanía nos ayuda”, explicó Miccino.

Y agregó: “La idea es concretar un plan de trabajo de reducción de PDA en gastronómicos, casas de comida, concesiones municipales y servicios de catering, capacitando y actuando como nexo para generar lazos entre estos y los comedores comunitarios que precisan alimentos”.

AGREGADO DE VALOR EN VILLA MARÍA
Otto Wester, secretario de Planeamiento de la Municipalidad de Villa María (Córdoba) comentó que tienen un mercado que abastece a cerca de 350.000 consumidores y del cual el municipio forma parte, bajo la figura de sociedad de economía mixta.

En 2021, materializaron un programa municipal de reducción de las PDA junto a los productores hortícolas y el sector gastronómico. De esta manera, aprovechan el excedente productivo que perdió valor comercial pero no nutricional.

“Le agregamos valor, deshidratando o dándole un proceso industrial que le permita seguir en el circuito alimentario; y aquel producto que no sea apto para consumo humano lo llevamos a compostaje o alimentación animal“, afirmó.