La falta de lluvias está afectando también a este cereal de invierno, que hasta ahora venía con un panorama mejor que el del trigo.
La ausencia de precipitaciones en gran parte de las zonas en las que se implantaron las 1,3 millones de hectáreas que ocupó la cebada este año, llevó a que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires reduzca su proyección de cosecha de este cultivo.
La primera estimación de la entidad porteña había sido de 5,4 millones de toneladas, y finalmente, siempre que el régimen hídrico no siga empeorando, serían 5 millones: es decir, una caída del 8% o de 400.000 toneladas.
“Mientras el cultivo se encuentra entre espigazón y floración sobre el centro del área agrícola, se esperan importantes mermas en los rendimientos e incluso un aumento en las pérdidas de área cosechable”, señala la Bolsa en su Panorama Agrícola Semanal (PAS).
El problema es que el déficit de lluvias ya no solo se está sintiendo en la zona central del país, sino que se ha expandido hacia el sur, donde está el mayor núcleo productivo de cebada.
“Sobre el sudeste del área agrícola, el cultivo comienza a manifestar síntomas de estrés hídrico”, admite el PAS.
PANORAMA DE LA CEBADA
En concreto, el informe señala que toda la región núcleo (norte de Buenos Aires, Entre Ríos, sur de Santa Fe y sudeste de Córdoba), donde se concentra más del 9% del área nacional, “reporta una alta tasa de mortalidad de macollos y ya se prevén importantes mermas sobre los rendimientos”.
“De no registrar lluvias en los próximos 10 días podrían incluso incrementar las pérdidas de área cosechable afectando nuestra estimación nacional de producción”, menciona el relevamiento.
Con respecto al sur, a la escasez de agua se suman fuertes heladas que han generado daños foliares en algunos lotes.
“Mientras se espera que los cuadros sobre el Sur de La Pampa-Sudoeste de Buenos Aires y el Centro de la provincia se recupere favorecidos por las lluvias de los últimos siete días, sectores del Sudeste Bonaerense dependen de nuevas precipitaciones en el corto plazo para mantener los potenciales de rendimiento”, completa el PAS.