Sucedió en Villa Manzano, en un pozo de YPF que tiene 40 años y tiene producción marginal. Los dueños de la chacra denunciaron a la empresa ante la Justicia, porque temen por contaminación.


En Villa Manzano, en el Alto Valle de Río Negro, productores que cultivan peras de exportación en una chacra de 27 hectáreas, presentaron una denuncia ante la Justicia luego de que “brotara” petróleo y contaminara parte del predio.

Según reveló el diario La Mañana de Neuquén, la Fiscalía ya está investigando esta denuncia de un “pozo huérfano”, luego de que los productores reclamaran ante las autoridades de Medio Ambiente de Río Negro, y no obtuvieran respuestas.
Aparentemente, se trata de una perforación que tiene unos 40 años y que no estaría “huérfana”, sino que pertenece al yacimiento “Río Neuquén”, de la operadora estatal YPF.

La empresa no emitió ninguna versión pública al respecto, pero el portal neuquino menciona que sería un pozo que estaba en producción marginal, pero que tuvo una pérdida en la línea de producción que va a una de las baterías, y los recorredores tuvieron problemas para ingresar a la propiedad del superficiario.

LA HISTORIA DEL HECHO
En esta zona del país, sucede que hay miles de pozos viejos o abandonados, que fueron montados con otra tecnología entre 1970 y 1990, pero que aún permanecen con algo de producción marginal.

EL 20 de octubre pasado, Ricardo Albizu y Norma Ramírez denunciaron que, en medio de su chacra, comenzó a filtrarse agua, petróleo y gas del pozo, que no tenía cartel identificatorio.
Tras reportar esta situación, técnicos de YPF lo cerraron y detuvieron la pérdida de estos líquidos, pero no se hizo un plan de remediación de este sector de la chacra.

Y luego, el 4 de noviembre pasado, nuevamente tuvo un desborde: operarios de la firma volvieron a ir y dieron aviso al Departamento Provincial de Aguas (DPA), con el fin de prevenir que la fuga tome contacto con las napas.

PÉRDIDAS PRODUCTIVAS
El principal problema de esta familia agricultura es que produce peras de exportación (Williams, D’anjou y Abate fetel, entre otras) y necesitan de manera permanente certificar la calidad de los galpones de almacenamiento.

Pero con esta posible contaminación por hidrocarburos y la mancha de petróleo que quedó en el establecimiento, dudan que puedan avanzar con esta certificación.

Según Albizu, “nadie se hace cargo, esto viene desde hace tiempo. Yo necesito certificar la fruta de exportación y ahora qué hago, no le interesa a nadie. Tengo vecinos que pueden tener el mismo problema”.

Los productores tomaron muestras de agua para evaluar si la napa tiene presencia de hidrocarburos en un grado que pueda afectar la producción. La situación podría ser grave teniendo en cuenta que en los últimos días llovió, y las napas subieron.