En un congreso organizado por Syngenta, se habló sobre la cobertura con rastrojos como una de las mejores herramientas culturales para controlar a esta especie.


Echinochloa colona es su nombre científico y Capín o Pata de gallo es uno de sus nombres vulgares: es una de las malezas de mayor expansión en Argentina en los últimos años.

Un informe realizado a fines de 2021 por la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), por ejemplo, la ubicó en el cuarto lugar entre las especies invasivas con mayor crecimiento demográfico.
Y tiene su pariente cercana, Echinochloa crus-galli (Capín, Pasto dentado o Cola de caballo), que también está creciendo sin freno y, lo que es más grave, generando múltiples resistencias.

Sobre este tema hizo foco Eduardo Cortés, ingeniero agrónomo, asesor privado de la consultora AgroTester y especialista en malezas, durante el último congreso de malezas organizado por Syngenta.

En el encuentro, Cortés brindó algunas recomendaciones de manejo para esta especie, tanto a nivel de tratamientos químicos, como de prácticas culturales.

CON O SIN AGUA
Tomando estas dos especies como principales en Argentina, uno de los aspectos que subrayó Cortés es la gran capacidad adaptativa que tienen ante condiciones de estrés hídrico.

“Las dos son malezas anuales, de diferente porte entre ellas, pero que tienen una gran capacidad de competencia y que se caracterizan por nacer y desarrollarse bien tanto en situaciones secas, como la de este año, como en años llovedores. Sobrevive incluso en condiciones de inundación”, explicó.

En materia de resistencia, ya se han comprobado poblaciones que no se ven afectadas por aplicaciones de glifosato en las dos especies, a inhibidores de ALS (en E. crus.galli) y sospechas en ambas con graminicidas, fundamentalmente del grupo FOP.

CUATRO CLAVES
En este marco, Cortés mencionó en primer término que es fundamental identificar la Echinochloa y diferenciarla de otras gramíneas, una tarea que muchas veces no es sencilla, pero es clave para determinar el mejor tratamiento químico posible.

“Tenemos que utilizar los herbicidas más acordes y específicos para esta maleza. Por eso es clave reconocerla correctamente. Y cuando nace en camadas, trabajar con los herbicidas en distintos momentos de aplicación”, señaló Cortés como segunda recomendación.

En tercer lugar, cuando la maleza ya está nacida, manifestó que no hay que demorarse: cuando más grande la planta, más difícil de controlar porque genera gran cantidad de macollos, y de ellos es donde rebrota.

“Cuando ya emergió, hay que tener particular atención de aplicar con tamaño pequeño. Porque, por ejemplo, cuando pasa los cuatro o cinco macollos, en el caso que presente una sensibilidad media a glifosato, sobreviven a las dosis normales de uso. Algo similar, pero en menor medida sucede con los graminicidas”, precisó.

Y amplió: “Es una planta que en apenas 45 a 50 días alcanza estado reproductivo, porque lo que no hay mucho margen para ser eficaces en su control. A veces uno espera mejores condiciones para aplicar, pero hay que siempre recordar que esta especie crece y se desarrolla en muchas condiciones”.

Por último, Cortés mencionó una práctica cultural muy importante: los cultivos de cobertura. “Tenemos que generar la mayor cantidad de rastrojos en superficie posible, porque es una maleza que, ante buenas cantidades de cobertura, merma mucho sus nacimientos. De esa manera, podemos ir bajando los bancos de semillas”, puntualizó.

TRATAMIENTOS
Para Cortés, herbicidas a base de Cletodim y Haloxifop, por ahora funcionan todavía bien y se pueden utilizar en soja y en maíz (solo los tolerantes a Haloxifop), pero el único condicionante que tienen es que hay detectar la maleza en estado muy pequeño para tener éxito.

Lo mismo sucede con los inhibidores de ALS o los herbicidas del grupo de los HPPD.

En el caso de los productos de Syngenta, Cortés destacó los resultados logrados con los siguientes herbicidas preemergentes:

DUAL GOLD: formulado en base a 96 g S-Metolacloro, es un herbicida preemergente de acción sistémica, selectivo para los cultivos de maíz, girasol, soja, sorgo granífero (tratado con antídoto de herbicida fluxofenim 96 % p/v CONCEP ® III), maní, poroto, algodón, tabaco y remolacha, entre otras hortícolas. Es efectivo para controlar la mayoría de las malezas de hoja angosta y algunas de hoja ancha.
ACURON: es un herbicida selectivo que controla un amplio espectro de malezas de hoja ancha y gramíneas, recomendado especialmente para el cultivo de maíz en barbecho de primavera y pre-emergencia del cultivo, y para barbecho de otoño para el cultivo de soja. Su composición es 20 g Biciclopirona.
Para más información, una herramienta muy útil es el Manual de Identificación de Malezas de Syngenta, que contiene recomendaciones para el reconocimiento y control de especies invasivas.