La seca apuró la salida de hacienda de los campos. Por el momento, no se percibe una tendencia de liquidación de hembras, pero sí se advierte una baja en el peso de faena, producto de animales más livianos ante la falta de forraje.
En el segundo mes del año, la actividad de la industria frigorífica sigue mostrando un nivel elevado. De acuerdo a estadísticas privadas, la faena en febrero -al corregir los días laborales- alcanzó las 1,08 millones de cabezas, un 5,3% mayor con respecto a enero.
Si el análisis se extiende al primer bimestre de 2023, se procesaron 2,24 millones de vacunos, cifra que representa un incremento interanual de 9,7%.
De acuerdo a la Cámara de Comercio e Industria de Carnes (Ciccra), la producción de carne en el segundo mes del año alcanzó las 238.000 toneladas, un 4,8% superior al mes previo y un 6,6% mayor en relación a febrero de 2022. En los dos primeros meses del año, llegó a 511.000 toneladas, un incremento con respecto al mismo período de 2022 de 9,1%.
En perspectiva, febrero exhibió un nivel de actividad elevado. Según la entidad, la faena de ese mes ocupó puesto 13º entre los últimos 44 febreros. Además, en relación al promedio de los febreros de 1980-2022, la faena del segundo mes del año fue 4,7% mayor.
Al medir la producción de carne por categorías, novillos y novillitos crecieron un 21,6% en enero y febrero, en relación a los mismos meses de 2022, de acuerdo al Consorcio de Exportadores de Carne ABC. En ese renglón, pasó de 127.600 toneladas a 155.200 toneladas.
Por su parte, en toros se incrementó en un 4%, al crecer de de 10.500 a 10.900 mil toneladas; mientras que la disponibilidad de carne de vacas aumentó un 19,7%, trepando de 72.600 a 86.900 toneladas res.
Finalmente, la producción de carne de vaquillonas registró una suba de 6,5%, de 114.800 a 122.200 toneladas.
FAENA DE HEMBRAS
En un contexto de seca, uno de los primeros indicadores que suele seguir el sector es como avanza la faena de hembras, para determinar si se ingresó en una fase de liquidación de vientres.
En este punto, se procesaron 476.000 vientres, que representa un 45,5% de la faena total, prácticamente en los mismos niveles del año pasado. Medido en cabezas, este indicador creció un 2,6%.
Al separar por categorías, la industria sacrificó 319.600 vaquillonas en febrero, un 12,6% más en comparación al segundo mes del año pasado. En vacas, se faenaron 157.200 ejemplares, una contracción anual de 13,1%, situación que compensó parcialmente el incremento en la faena de vaquillonas.
CAÍDA EN EL PESO DE FAENA
Uno de los síntomas de la seca es la caída en el peso al momento de la faena.
Según el ABC, la media res en febrero promedió los 227,2 kilos, un 0,5% menos en relación a enero y un 1% por debajo de los 229,5 kilos registrados en febrero del año pasado.