Según CRA, la situación actual obliga a una “imprescindible urgencia de resolver la brecha cambiaria, eliminar los derechos de exportación e implementar un plan anti-inflacionario”.


Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) trazó este martes un panorama sombrío con relación a lo sucedido en lo que va del año y a las perspectivas para lo que queda del ejercicio.

“El año 2023 sigue peor que cuando comenzó”, resumió, en un comunicado titulado “El campo y un nuevo desafío: cómo moverse entre la crisis cambiaria, la catástrofe productiva por la sequía y la incertidumbre preelectoral”.


Entre los problemas que atraviesa el sector, mencionó la cosecha de trigo castigada por la sequía, los impactos negativos que sufrió el stock vacuno por la falta de agua y un impacto final de la tercera Niña consecutiva de 40 millones de toneladas menos de soja y maíz, que significan U$S 22.500 millones menos en exportaciones.

Esto ocurrió -añadió CRA- “con políticas públicas agropecuarias de alta presión tributaria, límites al comercio y brecha cambiaria promedio de 100% desde hace tres años”.



CÓMO SIGUE 2023
La entidad que preside Jorge Chemes, al proyectar lo que resta del año, subrayó que un dato será la menor intención de siembra de trigo, lo que adjudicó a “problemas de liquidez y acceso a fertilizantes importados, por incertidumbre de oferta y de precio, y porque las precipitaciones de abril fueron insuficientes para lograr mayor humedad en muchos suelos”.

En paralelo, la ganadería, la lechería y las economías regionales suman sus problemas, afectadas por la seca y las políticas nacionales; fundamentalmente, la brecha cambiaria.

“Hay que enfrentar problemas de la cadena de pagos, derivados de la sequía y de las políticas económicas vigentes hacia el sector, que son negativas porque limitan los incentivos a producir. Un año de recesión, donde caerán las ventas internas, por el agravamiento de la crisis”, advirtió CRA.

En este punto, amplió que las empresas agropecuarias están enfrentando incrementos crecientes de costos de producción, “por efecto de la dinámica acelerada de la inflación y del descontrol cambiario”.


MEDIDAS ECONÓMICAS
Bajo este panorama, para CRA, es inevitable que los productores posterguen decisiones de inversión, dada la incertidumbre cambiaria, agravada en el último mes, y que probablemente se agrave más ante la incertidumbre preelectoral hasta las PASO de agosto.

“En función del resultado de las PASO, la incertidumbre puede reducirse o incluso aumentarse, postergando decisiones económicas del agro y de todos los sectores hacia fin de año, esperando el cambio de gobierno”, continuó.



Ante este panorama, la entidad les planteó a los precandidatos a presidente y a sus equipos económicos, “la imprescindible urgencia de resolver la brecha cambiaria, generando un tipo de cambio único, liberalizar el comercio, eliminar los derechos de exportación, e implementar un plan anti-inflacionario con baja drástica del déficit fiscal, para poder volver a producir, reactivar la economía y generar más empleo”.