Aduana le secuestró la mercadería a un ciudadano uruguayo dedicado a la porcicultura. El problema es que no es admitida por el régimen de equipaje y la exportación debe ser avalada por Senasa. Además, el comprador no tenía los papeles de la operación.


La “valija cochina”: así tituló la Dirección General de Aduanas una gacetilla en la que dio a conocer un insólito decomiso de mercadería ocurrido en el Paso Fronterizo Internacional de Gualeguaychí – Fray Bentos.

Se trata de seis litros de semen porcino, almacenados en 60 sachets de 100 mililitros, que estaban ocultos bajo prendas de vestir.


El hombre, ciudadano uruguayo, se dedica a la porcicultura, lo cual explicaría su interés en la mercadería en cuestión.


Sin embargo, el problema es que la mercadería fue secuestrada porque no es admitida por el régimen de equipaje: su exportación requiere el aval del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

EL PROCEDIMENTO
“Agentes especializados de la Dirección General de Aduanas-AFIP apostados en el Paso Fronterizo Internacional Gualeguaychú – Fray Bentos descubrieron, durante un control de equipaje, que un ciudadano uruguayo intentaba salir de la Argentina con seislitros de semen porcino ocultos en una valija”, precisó la Dirección que depende de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

Y agregó que el insólito hallazgo se produjo cuando una camioneta Volkswagen Saveiro, con matrícula uruguaya, se presentó en el Área de Control Integrado del Puente Internacional General San Martín para salir del país.


El guarda de la Aduana le preguntó al conductor del vehículo, ciudadano uruguayo, si tenía algo para declarar, ante lo cual respondió negativamente.

Al proceder al control del equipaje, el inspector aduanero abrió una valija que, a simple vista, parecía contener ropa. No obstante, la maleta contaba con un forro, generalmente utilizado para guardar zapatos: al tocarlo, el inspector de la Aduana percibió algo extraño. En ese momento, notó que el turista se puso nervioso y le preguntó qué llevaba allí.


“Inmediatamente, el hombre confesó que contenía semen porcino: en efecto, al vaciar los contenidos de la valija, encontraron 60 sachets, cada uno con 100 mililitros de la mencionada sustancia, totalizando 6 litros”, subrayó Aduana.

Así, en el marco del artículo 979 del Código Aduanero, el guarda procedió al secuestro de la mercadería, que no es admitida por el régimen de equipaje. Justamente, la exportación de material reproductivo animal requiere la presentación del Certificado Veterinario Internacional (CVI), expedido por el Senasa.

En este marco, desde la DGA estimaron que el valor de la mercadería en infracción ronda los $ 100.000, por lo cual, de todos modos, se encontraba en exceso de la franquicia contemplada para egresos por vía terrestre, de U$S 300.


“Además, se presume que el hombre con residencia en Montevideo había adquirido el semen porcino en forma irregular, ya que no pudo exhibir la debida factura de la compra”, completó Aduana.