Entre enero y abril ingresaron más de tres millones de toneladas a las terminales del Gran Rosario. Es para compensar el derrumbe de la oferta interna: el ingreso de camiones es el peor en más de 20 años.
Dos datos revelados por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) dejan en claro el impacto de la sequía en el perfil comercial del comercio exterior argentino: un derrumbe en el ingreso de camiones hasta su peor valor en más de dos décadas, y un nivel de importaciones de soja que confirma que la oleaginosa traída del exterior este año será récord.
En el caso de los camiones que llevan soja y maíz hasta los puertos del Gran Rosario para que allí se transformen en harina y aceite (en el caso de la soja) o se exporten sin agregado de valor (algo de soja, pero sobre todo el maíz), la entrada a los puertos se derrumbó 55% en comparación con el año pasado y 62% respecto al promedio de los últimos cinco años.
La caída interanual en soja es del 49% y en maíz, del 64%; esto último debido a que todavía falta cosechar el grueso del maíz tardío que este año ocupó más hectáreas en medio de la sequía.
Son cifras preocupantes, habida cuenta que en Argentina cerca del 90% de la logística de granos se realiza por camión y que el Gran Rosario es responsable de aproximadamente tres de cada cuatro embarques agroindustriales.
“Los datos son contundentes, en el trimestre marzo-mayo se observó el menor volumen de ingreso de camiones al Up River en al menos 22 años”, alertó la Bolsa rosarina.
Y agregó que si bien a lo largo de mayo se observó un repunte del ingreso de camiones, en el contexto del Programa de Incremento Exportador, aun el mes pasado se ubicó un 29% por debajo del 2022.
RÉCORD DE IMPORTACIONES DE SOJA
De allí que no sorprenda que los números acumulados entre enero y abril confirmen la perspectiva de un año que será récord en importaciones de soja.
En el primer cuatrimestre, se trajeron desde países limítrofes (principalmente Brasil y Paraguay, pero también Bolivia), más de 3,05 millones de toneladas de la oleaginosa.
Además de ser el máximo histórico para ese período del año, la cifra sorprende porque equivale a casi todo lo importado en 2022: 3,3 millones de toneladas.
“El volumen de importaciones de soja se hace fundamental para evitar una capacidad ociosa aún más grande en el complejo industrial-oleaginoso del Up River, que aún así persiste con márgenes negativos en su operatoria”, indicó la BCR.
En lo que respecta a mayo, estimaciones preliminares de embarques dan cuenta un ingreso de buques superior a las 612.000 toneladas, con soja en su totalidad proveniente del Brasil.
Sin embargo, resulta muy probable que las importaciones sean superiores cuando el INDEC actualice los datos de comercio exterior, ya que también debe considerarse el volumen de soja ingresada en barcazas, principalmente desde Paraguay.