Esta fruta característica de Nueva Zelanda, se destaca por su original sabor pero sobre todo por sus propiedades altamente nutritivas. Los detalles.
Desde el Senasa dieron a conocer sus propiedades nutritivas y los controles que realizan para preservar la salud de todos los argentinos.
Esta fruta es originaria de un valle en China, y característica de Nueva Zelanda, pero también se produce en Argentina. Específicamente, el 80% de la producción nacional sale de Mar del Plata, Batán y Sierra de los Padres.
El kiwi es una de las frutas más apreciadas por su singular aspecto y su sabor agradable. Al mismo tiempo, es una de las más saludables considerando su aporte en vitamina C, ácido fólico y su acción laxante.
Crecen en forma de racimos, pesan aproximadamente entre 50 y 90 gramos, su aroma es suave y su sabor dulce y ligeramente ácido.
Los beneficios del kiwi
En el marco de la campaña “Alimentos saludables”, Senasa indicó lo siguiente “de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) las frutas son componentes importantes de una dieta saludable; y su consumo diario podría ayudar a prevenir enfermedades como las cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer”.
Kiwi: los beneficios nutricionales
Kiwi: los beneficios nutricionales
El componente mayoritario del kiwi es el agua, posee un alto contenido en vitamina C y ácido fólico. Su aporte calórico es moderado dada su baja cantidad de hidratos de carbono de bajo índice glucémico.
Además, es rico en minerales como magnesio y fibra soluble e insoluble. El magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante.
Esta fruta también posee un alto contenido en potasio, el cual juega un importante rol en el funcionamiento muscular y del corazón; y ayuda a mantener un equilibrio sano de líquidos en el cuerpo.
Controles
El Senasa aplica normas de calidad y fiscalización de las frutas frescas que consumimos en nuestro país y las que se exportan a mercados internacionales.
Además, visitan y auditan a diario los predios que cultivan estas frutas, para prevenir y erradicar plagas que puedan afectarlas, asesorando a los productores locales para alcanzar el mejor nivel de buenas prácticas agrícolas.
También, habilitan y asesoran sobre las normas de calidad en los empaques que las procesan e inspeccionan los mercados mayoristas donde se comercializan las frutas que luego llegarán hasta la mesa de los consumidores.