El gremio lechero mantiene su plan de lucha y sus acusaciones para con la conducción de la firma cooperativa, protagonista de una larga crisis financiera. Nueva fecha para una audiencia.
Un capítulo más para una serie que repite su misma dinámica y no parece mostrar cambios: la tensión entre los protagonistas de la pulseada entre Sancor y Atilra, la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina.
Esta semana, en las últimas horas del martes, se conoció que el Gobierno decidió prorrogar por 5 días más la conciliación obligatoria a raíz del conflicto que se presentó al aplicar el gremio lechero su plan de lucha, motorizado por las denuncias de incumplimientos salariales por parte de la conducción de la empresa.
“Atento al estado de situación y no habiendo las partes logrado un acuerdo sobre el conflicto planteado, se hace necesario prorrogar la referida conciliación obligatoria”, comunicó el Ministerio de Capital Humano, donde hoy en día está ubicada la cartera laboral y sus mecanismo de intervención ante conflictos de esta naturaleza.
En el artículo 4 de la resolución se comunica que este 23 de enero a las 12 será el momento en el cual las partes deban acudir obligatoriamente a una audiencia en el Ministerio, a fin de “evaluar el avance de las negociaciones y el acatamiento a lo ordenado”.
SANCOR: “QUIEN TRABAJA, COBRA”
Sancor, la semana pasada, había emitido un comunicado en el cual sostenía que desde el gremio se habían impulsado acciones de fuerza que le hicieron perder fortunas a la compañía lechera.
Los empresarios adujeron que tras la interrupción por 65 días por las medidas de fuerza realizadas e impulsadas por el gremio, la falta de elaboración, distribución y venta de productos durante el período comprendido entre el 18 de octubre al 22 de diciembre de 2023, concentrado en tres grandes conceptos, “condujo a una pérdida que supera los $4.500 millones”.
“La Cooperativa depende de sus ingresos para cumplir con sus obligaciones, por lo cual tiene la firme determinación de aplicar fielmente el plan de pagos, siempre bajo la premisa de que “quien trabaja, cobra””, plantearon.