El precio promedio de los cortes bovinos subió 4,9%, por debajo de la inflación mensual. El deterioro en el poder adquisitivo del salario es un freno en las carnicerías y también en la cotización de las categorías de hacienda destinadas al consumo.
En abril, el precio de la carne vacuna aumentó un 4,9% y se ubicó por debajo de la inflación medida por el Gobierno, que fue del 8,8%.
Según señalaron desde la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), dentro del rubro alimentos, el renglón de carnes y derivados se ubicó entre los que menos subieron
De acuerdo al Indec, los precios en las carnicerías entre marzo y abril aumentaron un 4,9%, mientras que en el caso del pollo el incremento trepó al 8,2%.
Al desagregar por cortes, la mayor suba fue en carne picada común, con 5,9%, seguida de paleta (5,7%), nalga (4,6%), cuadril (4,4%) y asado (2,6%). En tanto el valor de la caja de hamburguesas aumentó un 2,2 % en la comparación mensual.
CARNE VACUNA: MENOR CONSUMO
No obstante, el consumo interno no logra despegar, más allá de este bajo nivel de aumentos en los mostradores.
En el primer cuatrimestre del año, la demanda de carne vacuna por habitante fue de 42,4 kilos, un 18,5% menor en la comparativa interanual. Esto significa que, en un año, la ingesta aparente promedio cayó en 9,6 kilos por habitante, algo muy relacionado también a una oferta restringida por la menor hacienda faenada.
CARNE VACUNA: CÓMO FUERON LOS PRECIOS EN EL ÚLTIMO AÑO
Al extender el análisis, los datos oficiales mostraron que el valor promedio de los cortes vacunos medido por el Indec creció un 284,3% en el último año. En este relevamiento, el máximo fue el 304,8% en el caso de la carne picada común y el mínimo fue el 265,7% del asado.
Si bien son subas considerables, se ubicaron por debajo de las subas que registró la hacienda en pie, que llegó a 321,8% anual y unos puntos menos en comparación con el nivel general de precios al consumidor, que aumentó un 292,2%
“Lo que impidió que las carnicerías trasladaran todas estas subas de costos en forma inmediata al mostrador y que la contracción del consumo interno de carne vacuna fuera mayor aún a la verificada, fue la fortísima caída que verificó el poder adquisitivo de los asalariados en el último año”, analizó Miguel Schiariti, presidente de la entidad.
El directivo remarcó que esta situación fue mas evidente sobre todo de los ocupados en el sector público y de los ocupados informales del sector privado.
Con datos disponibles a marzo de 2024, el salario promedio de los trabajadores formales del sector privado -que fue el que siguió más de cerca al nivel general de precios al consumidor- se incrementó 231,7% anual.
“Esto implica que la pérdida de poder de compra de estos trabajadores fue de 14,9% en términos generales y de 12,2% en términos de los cortes de carne vacuna”, calcularon desde Ciccra.