El crecimiento del diésel renovable, un biocombustible superador del biodiésel, supone un desafío para un mercado mundial que se está reconfigurando y en el que Argentina podría sufrir importantes impactos.
Un informe reciente del Servicio Agrícola Extranjero del USDA subraya cómo las políticas federales y estatales orientadas a la reducción de emisiones han sido un motor crucial detrás de este crecimiento.
Este artículo explora cómo este auge en la producción de diésel renovable está afectando el comercio global de materias primas, con un enfoque particular en los aceites vegetales y las grasas animales.
Principalmente, el diésel renovable se ha convertido en un componente esencial de la estrategia energética de Estados Unidos. Producido a partir de materias primas renovables como aceites vegetales y grasas animales, puede mezclarse en niveles más altos con combustibles fósiles y transportarse utilizando la infraestructura de oleoductos existente.
Esta compatibilidad ha facilitado su adopción y expansión en el mercado estadounidense.
DIÉSEL RENOVABLE: IMPACTO EN EL MERCADO DE MATERIAS PRIMAS
1) Aumento de importaciones de grasas y aceites
Las políticas ambientales en EE.uU. han llevado a un incremento significativo en las importaciones de grasas y aceites.
La decisión de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de reconocer el aceite de canola como una materia prima calificada para la producción de diésel renovable ha sido un factor determinante.
Como resultado, las importaciones de aceite de canola desde Canadá han aumentado considerablemente. Además del aceite de canola, las importaciones de aceite de cocina usado (UCO) y otras materias primas renovables también han visto un incremento sustancial.
2) Alteración en las exportaciones de soja
La creciente demanda interna de aceite de soja, impulsada por la producción de diésel renovable, ha hecho que las exportaciones de aceite de soja de EE.UU. sean menos competitivas en el mercado global.
Esto ha llevado a una notable disminución en las exportaciones de aceite de soja. Sin embargo, la mayor molienda de soja para extraer aceite ha resultado en una abundancia de harina de soja.
Esta harina, un subproducto del proceso de extracción de aceite, ha visto un incremento en sus exportaciones desde EE.UU., especialmente en un contexto de menor competencia internacional debido a las condiciones de sequía en Argentina del año pasado durante 2023.
EL FUTURO DE LA PRODUCCIÓN DE DIÉSEL RENOVABLE
Ahora bien, el otro aspecto es qué se puede esperar del futuro inmediato y de mediano plazo del diésel renovable, y en esto se pueden plantear también una serie de puntos clave:
1) Políticas federales y estatales
Las políticas que promueven la producción y uso de combustibles con baja intensidad de carbono, seguirán siendo cruciales.
Instrumentos como el Crédito Fiscal del Productor y el Sistema de Normas de Combustibles de California están diseñados para impulsar la demanda de materias primas renovables y mantener el crecimiento de la industria de diésel renovable.
2) Disponibilidad de materias primas
La expansión de la producción de diésel renovable requerirá un suministro continuo y accesible de materias primas como aceites vegetales y grasas animales.
La capacidad de importar estas materias primas a precios competitivos será esencial para sostener el crecimiento.
3) Exportaciones de harina de soja
El aumento en la molienda de soja no solo satisface la demanda interna de aceite, sino que también genera una mayor cantidad de harina de soja para exportación.
Las exportaciones de harina de soja continuarán siendo una fuente importante de ingresos para los productores estadounidenses, ayudando a equilibrar la disminución en las exportaciones de aceite de soja.
DIÉSEL RENOVABLE: CONCLUSIONES
El crecimiento de la producción de diésel renovable en Estados Unidos está reconfigurando el comercio global de materias primas.
Las políticas ambientales y la demanda de combustibles sostenibles están impulsando cambios significativos en las dinámicas de importación y exportación de grasas, aceites y productos derivados de la soja.
Estos cambios no solo tienen implicaciones para los mercados internacionales, sino también para la economía agrícola de Estados Unidos.
A medida que el país avanza hacia una energía más limpia, la interconexión entre la producción de biocombustibles y el comercio de materias primas se vuelve cada vez más evidente, marcando una nueva era en el comercio global de productos agrícolas y energéticos.