En la última campaña, se sembraron unas 2 millones de hectáreas bajo el sistema impulsado por los semilleros, que garantiza el pago de la propiedad intelectual. Para el nuevo ciclo, estiman 4 millones.


En el año 2021, cansados de sembrar esperanza en una nueva Ley de Semillas y cosechar frustración por debates que nunca avanzan, un grupo de semilleros tuvo una idea: diseñar un sistema propio, de alcance privado, de venta de nuevas variedades, que garantice el pago de la propiedad intelectual.

Llamado “Sembrá Evolución” se formalizó en 2022, en una línea temporal que coincide con el ingreso de los primeros materiales con tecnologías Enlist y Conkesta Enlist, y desde entonces no ha parado de crecer.

En un desayuno de prensa organizado durante el Congreso Aapresid, representantes de los 15 semilleros que participan del programa señalaron que ya hay más de 14.000 productores que siembran variedades de soja incluidas dentro de esta plataforma, y que en la última campaña implantaron 2 millones de hectáreas.

Esto es un 150% más que las 800.000 hectáreas del primer ciclo en que se utilizó Sembrá Evolución, mientras que la proyección para la temporada próxima a comenzar es ambiciosa: llegar a 4 millones de hectáreas.

Esto supondría que más del 20% de la soja sembrada en Argentina sea de variedades incluidas en el sistema, teniendo en cuenta una siembra que rondará entre 17 y 18 millones de hectáreas, según las primeras estimaciones.

SEMBRÁ EVOLUCIÓN: OPTIMISMO EN LA CADENA
“La verdad es que estamos muy conformes con el avance: se incorporaron nuevos semilleros y el productor ha adherido masivamente a esta propuesta. Estamos muy satisfechos, con la expectativa de seguir creciendo”, calificó uno de los ejecutivos presente en el desayuno.

Cabe recordar que en el sistema están incluidos la mayoría de los que comercializan variedades de soja en Argentina: ACA, Basf, Bioceres, Brevant, Buck, Don Mario, Illinois, Klein, Limagrain (LG), Macroseed, Neogen, Nidera, NK, Pioneer y Stine.

Las buenas expectativas se fundan en que los 14.000 productores que ya utilizan el sistema, representan el 70% del área de soja de Argentina. Esto significa que no solo es posible crecer con nuevos productores, sino fundamentalmente en que los que ya están dentro de la plataforma, amplíen el uso de semillas compradas por esta vía.

Entre otras razones para ingresar a Sembrá Evolución que se escucharon en el encuentro, sobresalió la mejora tecnológica.

Todas las nuevas variedades que inscriben las empresas mencionadas son incluidas dentro de este modelo de comercialización. Esto implica que los productores, si quieren lograr plus de rendimiento y tener garantías de calidad, con semillas con las últimas biotecnologías con resistencia a malezas e insectos, necesitan formar parte para obtenerlas. De hecho, ya el 60% de las variedades que se están utilizando en Argentina, son parte de Sembrá Evolución.

Un ejemplo que se citó en el desayuno es que cuando un multiplicador siembra un lote para semilla, cuida todos los procesos desde la siembra hasta la poscosecha, para garantizar que lo que llegue después al productor tenga la calidad y el poder germinativo adecuado. Todo lo que es imposible garantizar en una “bolsa blanca”.

“El semillero multiplicador hace análisis durante todo el proceso y uno tiene la garantía de que puede sembrar 60 kilos por hectárea y tener buenos resultados. Con una bolsa blanca, donde hay mucha semilla que no se descarta ni se sabe qué calidad tiene, quizás se terminan utilizando, por las dudas, 80 kilos, y 20 kilos es mucho. Hay costos ocultos por no usar semilla fiscalizada que son grandes”, puntualizó.

SEMBRÁ EVOLUCIÓN: MÁS CULTIVOS
Por otro lado, los integrantes de Sembrá Evolución informaron que, además del trigo, que se sumó en la presente campaña, en breve es posible que se incorporen las primeras variedades de cebada y arveja, además de otras autógamas.

“La ventaja del sistema es que está preparado para ser multicultivo”, mencionaron los voceros.

Y cerraron: “El camino recorrido hasta ahora es muy bueno, superamos las expectativas, el objetivo de productores adheridos es mayor al objetivo planteado. La idea es agregar innovación genética y biotecnológica, en cultivos de soja, trigo, un modelo abierto que invita al resto de las compañías a sumarse”.