Los informes agrícolas semanales de las Bolsas de Cereales de Buenos Aires y de Comercio de Rosario marcan un panorama preocupante ante la ausencia de precipitaciones en gran parte del país.


Como es tradicional cada semana, los jueves son un día clave para conocer cómo viene la situación de los cultivos más importantes en el país: es la jornada en que las Bolsas de Cereales de Buenos Aires y de Comercio de Rosario dan a conocer sus informes semanales.

Y los reportes que difundieron en las últimas horas no son para nada alentadores: advierten que ya se están viendo pérdidas en trigo a raíz de la falta de lluvias, en un escenario que comienza complicar también al inicio de las campañas de maíz y de girasol.

EL TRIGO PIDE LLUVIAS A GRITOS
En primer término, la Bolsa porteña, en su Panorama Agrícola Semanal (PAS) describe una caída de la condición hídrica del trigo, y también de su estado, como consecuencia no solo de la ausencia de precipitaciones, sino también de las altas temperaturas.

Esto, según explica, “aceleró tanto el crecimiento como el desarrollo del cereal e incrementó la demanda atmosférica”.

trigo condicion
Los mayores problemas se observan sobre los márgenes norte y oeste del área agrícola argentina, donde se concentran los sectores más afectados por déficit hídrico y más adelantados en fenología.

“Se informan las primeras pérdidas de área por lotes resignados y un aumento de los focos de plagas asociadas a condiciones de déficit hídrico”, alerta el documento.

Por ahora, la buena noticia es que en la zona núcleo, y las provincias de Buenos Aires y La Pampa, que son los principales corazones trigueros del país, el cultivo mantiene condición Normal/Excelente en más del 80% del área.

“No obstante, depende de la ocurrencia de las lluvias pronosticadas para sostener dicha condición”, añade el PAS.



EL MAÍZ Y EL GIRASOL, CON PREOCUPACIONES
En lo que respecta a maíz con destino grano comercial, la Bolsa porteña asegura que el avance de siembra alcanza el 7,1% de las 6,3 millones de hectáreas proyectadas, lo que implica un progreso superior en 2,2 puntos porcentuales al que había el año pasado.

“Luego de las precipitaciones de principio de mes se pudo avanzar a buen ritmo en la zona núcleo productiva, particularmente en el centro-sur de Santa Fe, sudoeste de Entre Ríos y noreste de Buenos Aires”, menciona el relevamiento.

Sin embargo, advierte también que hay zonas clave como el este de Córdoba donde los bajos niveles de humedad superficial dificultan el avance de las sembradoras, obligando a retrasar la fecha, en un contexto en el que los productores buscan precisamente lo contrario: anticiparse, para eludir al máximo posible los riesgos que acarrea la chicharrita del maíz.



En este contexto, también afirma el PAS que el girasol está sufriendo un significativo retraso en el avance de la siembra.

De las 1,85 millones de hectáreas proyectadas para la presente campaña, se han implantado el 8,7%, lo que implica una demora de 12,6 puntos porcentuales en relación al promedio histórico.

“El cumplimiento de la proyección inicial de siembra en las zonas primicia actualmente se encuentra ligado al pronóstico de lluvias para los próximos días, a pesar de estar por fuera de la ventana óptima de siembra”, subraya el PAS.

LA MIRADA DESDE ROSARIO
En paralelo, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en su informe semanal para la zona núcleo subraya: “Alerta en la región: tiene que llover para asegurar lo sembrado en maíz y evitar que siga aumentando el trigo bajo condición regular a mala”.

Según la GEA, hay menos agua en los perfiles del suelo de la región núcleo que hace un año cuando se salía de tres Niñas consecutivas.

En ese marco, este año ya se implantaron 500.000 hectáreas de maíz, pero hace falta 15 a 20 milímetros para asegurar nacimientos.

Incluso hay zonas, como el oeste de la región (que abarca fundamentalmente al centro-sur de Córdoba), donde “la inversión está en riesgo si las precipitaciones no llegan pronto”.