“Pionera UNNE” es el nombre del primer cultivar de la especie Stylosanthes guianensis desarrollado en el país. Fue desarrollada en el NEA y además de desarrollarse en suelos de muy baja fertilidad, tolera condiciones de sequía.


Los cultivos de servicios (CS) son una tendencia que crece en la agronomía argentina, con el foco puesto en mejorar la salud de los suelos, a través de un menor uso de agroquímicos y la incorporación natural de nutrientes, entre otros beneficios.

Es por eso que el proceso de mayor utilización de CS está derivando también en que se desarrollen nuevos cultivares que aportan, precisamente, diferentes “servicios” a los suelos.

Es el caso de “Pionera UNNE”, el primer cultivar argentino de la leguminosa Stylosanthes guianensis, que fue desarrollado a través de un programa de mejoramiento genético de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) y el Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE, CONICET-UNNE).

CULTIVOS DE SERVICIOS: CÓMO ES LA NUEVA LEGUMINOSA
Según precisaron desde la Red de Cultivos de Servicios de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), “Pionera UNNE” es una leguminosa perenne de ciclo estival.

Es recomendada para el subtrópico húmedo; sin embargo, es altamente tolerante a condiciones de sequía. También se caracteriza por tolerar antracnosis, enfermedad muy común en la especie, y las bajas temperaturas del invierno.

En tanto, uno de los atributos más sobresalientes del nuevo cultivar es su capacidad para desarrollarse en suelos de muy baja fertilidad, tolerando niveles de fósforo tan bajos como cuatro partes por millón en suelos arenosos.



Además, en condiciones extremas, puede mantenerse productiva hasta por cuatro años, lo que la convierte en una opción robusta para zonas con suelos degradados.

Carlos Acuña, investigador del CONICET, explicó que el manejo de “Pionera UNNE” depende del cultivo antecesor. “Se debe preparar una buena cama de siembra para favorecer el establecimiento de las pequeñas semillas”, indicó.

La siembra se recomienda para la primera quincena de octubre en la región del NEA, empleando técnicas de escarificado para mejorar la germinación. Además, debe ser superficial, acompañada de una buena compactación debido al tamaño reducido de la semilla.

LOS RESULTADOS DE “PIONERA UNNE”
Acuña comentó que han realizado ensayos multiambientales en diversas localidades de Chaco, Misiones, Corrientes y Santa Fe, y estos han mostrado una buena adaptación del cultivar a diferentes condiciones agroecológicas.

Sin embargo, se observó una alta dependencia del agua durante los primeros meses de establecimiento del cultivo, lo que resultó en mayores producciones en los ambientes donde no faltó agua.

“Pionera UNNE” también ha sido evaluada como un cultivo acompañante en mezclas forrajeras y sistemas agrícolas mixtos.

“En suelos arenosos pobres de Corrientes, por ejemplo, se ha demostrado que las gramíneas perennes estivales triplican su crecimiento cuando se siembran junto a Stylosanthes guianensis”, destacó Acuña.

En ensayos de pastoreo, se evaluó su persistencia y producción con frecuencias de pastoreo cada 1 y 2 meses, observando que no se afecta la nodulación ni la producción en el segundo año productivo, aunque se obtuvo una producción acumulada ligeramente superior con pastoreos cada 2 meses.

Actualmente, el nuevo cultivar está en proceso de evaluación por el Instituto Nacional de Semillas (INASE) para su incorporación al registro nacional de cultivares.

Al mismo tiempo, la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE está en negociaciones con la empresa Zinma Argentina para la producción y comercialización de semillas, ofreciendo una nueva alternativa para los productores interesados en mejorar la productividad y la salud del suelo en regiones desfavorecidas.