La sostenida demanda externa y la sólida actividad industrial vuelven a potenciar a la cebada en Argentina, señalan desde la BCR.


El cultivo de cebada es el quinto cultivo más producido a nivel mundial (147 Mt en 2021/22), y es también el quinto grano más comercializado globalmente (34 Mt en 2021/22).

En materia productiva, Argentina tiene una participación relativamente baja, que alcanza el 3%, aunque su importancia crece en términos de las exportaciones mundiales, aportando el 10% del total.

La sostenida demanda externa y la sólida actividad industrial vuelven a potenciar a la cebada en Argentina, señalan desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

En la campaña 2020/21 la cebada argentina logró su mejor performance desde 2013/14, posicionándose como la segunda mejor cosecha en los registros.

El salto productivo del 18% en la última campaña estuvo acompañado de un incremento en la demanda, fundamentalmente del consumo interno. Sin embargo, el crecimiento de la oferta fue superior, con lo cual la campaña 2021/22 contó con stocks iniciales de 1,2 Mt.

Mas allá de esta mercadería en stock, el invierno pasado los productores argentinos renovaron su apuesta por la cebada y cubrieron 1,3 M ha con el cereal, un 5% más del área destinada la campaña anterior.

La BCR explica que son tres los fundamentos principales que han impulsado la adopción de la cebada en los planteos productivos argentinos.

"En primer lugar, se tiene el gran momento de precios internacionales que atraviesa el cereal con cotizaciones que al momento de la siembra 2021/22 se ubicaban un 30% por encima que su valor promedio en los meses de siembra un año atrás", puntualiza la entidad. En segundo lugar, señala la "demanda doméstica para la producción de malta".

En el año comercial 2020/21 la molienda del cereal creció un 14%, y se espera que en 2021/22 suba un 4%.

En tercer lugar, puntualiza el informe "juegan también un importante rol los beneficios que trae este cultivo a la estructura de los suelos que se traduce en mejores rindes" .

Según datos del INTA, la soja sembrada luego de la cebada rinde en promedio 3 quintales más que sobre trigo y posee mejor resistencia a eventuales problemas fúngicos.

Los rindes de la cebada 2021/22 se muestran levemente por debajo de la anterior campaña debido principalmente a los problemas productivos que tuvo la región sur, pero esto se compensa por el crecimiento mencionado en el área sembrada, que permitirá obtener una producción de 4,5 Mt, apenas superior a la de la campaña 2020/21.

Los stocks al inicio de campaña agregados a la cosecha obtenida consolidan una oferta total para el año comercial de 5,7 Mt, lo cual constituye un máximo de mercadería disponible en los registros.