"Ni sé cómo volveré algún día a cantar en vivo cuando no extraño absolutamente nada. Volví el cuenta kilómetros a cero y me parece que al bajar la velocidad y detener la automatización, me lleva a sentir que no sé cuándo volveré a los escenarios", confesó durante una charla con Télam.


Raly Barrionuevo, quien el 27 de junio y con un programa retransmitido por más de 550 emisoras presentó el álbum "1972" y así interrumpió el tiempo sabático que se tomó a inicios de 2020, asegura que no presentará esas canciones folclóricas en directo ni sabe si volverá a cantar en vivo frente al público.

"Ni sé cómo volveré algún día a cantar en vivo cuando no extraño absolutamente nada. Volví a fojas cero, volví el cuenta kilómetros a cero y me parece que al bajar la velocidad que venía trayendo y detener la automatización, me lleva a sentir que no sé cuándo volveré a los escenarios", confiesa Barrionuevo durante una charla con Télam.

Desde Unquillo, la ciudad cordobesa donde vive desde hace casi dos décadas, el popular trovador folclórico santiagueño, que nació en Frías el 14 de agosto de 1972, está feliz con el flamante disco de honda significación familiar al que tituló con el año de su nacimiento.

Allí y en compañía de los mismos inspirados laderos con los que en 2009 había dado forma a "Radio AM" (es decir, guitarras, guitarrón, arreglos y dirección musical de Luis Chazarreta, el piano de Elvira Ceballos y el bombo legüero de Daniel Barrionuevo), se colocó de nuevo en posición de intérprete para recoger canciones argentinas de las décadas del '50 y '60.


1972, el nuevo disco de Raly Barrionuevo, que se presentó en distintas radios del país y el exterior.

Por ello cantó "Amémonos", "Zamba de la añoranza", "La ene ene", "A unos ojos", "Si yo fuera río", "Calle angosta", "La de los angelitos", "Vallecito", "Al jardín de mi madre", "Febrero en San Luis", "Gato de mis pagos", "Achalay mi mama", "Y dicen que no te quiero", "Patio de la casa vieja" y un hallazgo en vivo en Radio Universidad de Córdoba (donde Raly realiza una columna semanal en el espacio "Nada del otro mundo") de "Alfonsina y el mar".

"Es mi manera de reivindicarlo a mi papá porque había sido un gran cantor que quedó ahí, que tuvo sus intentos. Él vivía con mi abuela en Esquiú, en Catamarca, y de allí me vino esa música que él escuchaba y cantaba muy bien. Hacer esto es como grabar un disco que él hubiera querido grabar", explica acerca de las motivaciones del registro.

Raly, ligado desde siempre a las luchas campesinas y socio-ambientales a las que acompañó con su música.
Raly, ligado desde siempre a las luchas campesinas y socio-ambientales a las que acompañó con su música.

-Télam: Hacerle este homenaje a tu padre, a quien como contabas en el lanzamiento de "1972", prácticamente no conociste, ¿fue la motivación para hacer este disco?
Raly Barrionuevo: No hay una razón concreta por la cual retomé el proyecto porque lo venimos trabajando hace seis o siete años. Como luego grabé "Chango" (2014) no me pareció al toque sacar otro disco de intérprete sino que tenía ganas de volver a mis canciones y por eso hice "La niña de los andamios" (2017) y quedó cajoneadísimo "Radio AM 2", que al principio iba a llamarse así. Decidí retomarlo en los primeros días de enero porque me fui a Catamarca a pasarla con mis tías porque no podía hacer la fiesta habitual de Año Nuevo en mi casa de Unquillo donde siempre viene mucha gente, y cuando viajé me vino como una fuerza que decía que tenía que terminar este disco y me puse a trabajar en eso que era un quilombo y me puse a hacerlo de verdad y decidí a cantarlo todo de nuevo salvo "Vallecito".

T: Se te escucha cantar distinto, ¿cómo se dio ese cambio?
RB: Quise grabar todo de nuevo con la voz descansada. Con la voz pasó algo curioso. La voz mía, la de Raly, solamente aparece en "Alfonsina…" que está fuera del contexto del disco, pero para lo demás indagué en la voz mía y me exigí para colocarla en otro lado y me di cuenta de que podía hacerlo desde que estoy retirado porque estoy muy descansado, porque la tengo más clarita y más disponible que nunca. Lo que intentaba hacer para ponerme como en un cantor de entonces, lo podía hacer, me salía. No he estudiado canto pero sí me fui haciendo mis técnicas personales y mis modos de cuidar la voz pero acá estuvo buenísimo porque la exigí al máximo sin entrar en ninguna estridencia para cantar estas canciones al estilo antiguo y fue muy divertido, me reía mucho cuando cantaba en las grabaciones en mi casa. Me hallaba cantando como otra persona.

Podía poner la voz más en la garganta como los cantores cuyanos y hacer cosas gardelianas, no tanto en el tango sino, por ejemplo, en "Achalay mi mama" y las cosas fueron saliendo y me fue gustando.

T: El hecho de que Elvira Ceballos no esté (falleció en septiembre de 2019), ¿implica que "1972" no se podrá escuchar en vivo?
RB: No me lo imagino sin Elvira. Y en caso de volver a los escenarios sería solito con la guitarra pero no sé cuándo la verdad. Estoy feliz dándole el maíz a mis gallinas a la mañana. Después sí subo a mi estudio y me pongo a grabar cosas con gente con la cual comparto, es muy lúdico lo que me está pasando con la música, grabando cosas en portugués y en inglés, jugando y descubriendo. Y este disco también fue súper lúdico.