Un informe de la Cámara Eólica Argentina afirma que, entre 2016 y 2021, ya se pudieron evitar compras al exterior por U$S 2.100 millones, gracias a la mayor generación de energía de la mano del viento.
La matriz energética en Argentina es un tema clave de agenda, muy vigente. La crisis por los faltantes de gasoil lo demuestran. No es lo único que preocupa. También la importación de gas para abastecer a los hogares y la industria en general (incluida la agroindustria) atraviesan este invierno.
En este sentido, un informe de la Cámara Eólica Argentina indica que la generación renovable eólica reduce de manera directa la dependencia al gas y al GNL importados.
Según los datos aportados, entre 2016 y 2020, gracias al desplazamiento del consumo de combustibles fósiles por la mayor oferta eólica, se registró un ahorro de más de 1.300 millones de dólares.
Este mismo estudio estimó que en 2021 el nivel de generación eólica permitió evitar pagos al exterior en un promedio de 800 millones de dólares anuales.
A su vez, una estimación para 2022, teniendo en cuenta la mayor generación producida por el sector y los mayores precios internacionales, implica que el ahorro puede llegar a ser cuatro veces mayor y conseguir los 3.250 millones de dólares.
En suma, esto implicaría una fuga de 5.320 millones de dólares en seis años.
Se vienen tres meses por delante de menores temperaturas. Según datos de la cámara, el país debe importar un promedio de 44 millones de metros cúbicos por día de gas, de los cuales 31 millones de metros cúbicos provienen del GNL. Estas importaciones se realizan por barco desde países como Qatar o Trinidad y Tobago; y por gasoducto, desde Bolivia.
Esto implica que la apuesta por las energías renovables resultea ampliamente beneficiosa para disminuir la necesidad de divisas del país.