El modelo busca brindar una alternativa a la producción industrial avícola. El objetivo es construir un sistema modular, para producir huevos "libres de jaula"

En un contexto de mayor demanda de alimentos producidos con métodos que reduzcan el impacto ambiental y el maltrato animal, los productores periurbanos y rurales exploran diferentes alternativas.

Una de ellas, de acuerdo a un trabajo elaborado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), es la oferta de huevo de gallina con manejo agroecológico.
Un año y medio después de haber dado ese paso, aseguran que la repercusión es muy positiva y si bien aún no lo tienen medido, Acosta señala que, una forma gráfica para demostrar esto, es que muchos clientes no trabajan solo conmigo después de vivir la experiencia de un servicio integral, esa es la mejor demostración de la repercusión.

En ese sentido, también señalan que si bien hay muchos grupos de trabajo formados por médicos veterinarios, Cowix es la primera empresa con esta estructura de cinco socios y una docena de colaboradores altamente capacitados. “Esta unión se dio por cómo se fue dando la alianza entre los distintos actores donde logramos que cinco socios se integren a la firma sabiendo que habrá peleas, discusiones, pero siempre con el desafío de poder convivir sin un jefe. Animarse a no ser el número uno es un gran desafío”, reconoce Acosta.

Desde un punto de vista estructural, la comunicación del equipo es central y se da “oficialmente” los jueves, a través de una actividad programada, e internamente tienen grupos de Whatsapp con cada área y los ejecutores con los campos con los cuales trabajan. A su vez, con menos periodicidad, tienen reuniones extraordinarias.

En lo estructural, Larghi señala que lo que fue pasando es que la mayoría de los trabajos de urgencia los empezaron a realizar los ejecutores que son nuestros colaboradores full time, algo que antes, cuando éramos independientes, lo hacíamos los socios. Siempre nuestro objetivo es entrenar el personal a campo para lograr la mayor independencia posible, es decir, buscamos formar el capital humano para que ellos puedan resolver casos clínicos, salvado excepciones, y siempre ofrecer una asistencia virtual y telefónica”, agrega Morandi.



Un trabajo en equipo
Hace 10 años dos de los actuales socios de Cowix, Acosta y Larghi, ya intercambiaban ideas en los aspectos técnicos de cómo abordan tal o cual cosa. Se habían conocido antes, estudiando en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Litoral, en Esperanza. A su vez, Larghi conoció a Morandi y trabajan con algunos clientes de forma integral y eso permitió que, como un gran pasamanos, los distintos miembros del equipo se empezaran a conocer.

Con los años, aparece en escena Zinicola que se vincula en algunos trabajos y se sigue capacitando en los Estados Unidos, destino que Larghi elige todos los años para participar de diversos congresos. A su vez, Cappa empieza a hacer prácticas en el área de terneros en el establecimiento de un pariente y cliente de Acosta y poco a poco la posibilidad de integrar los trabajos comienza a cobrar forma.

“La experiencia en los Estados Unidos, nos permitió conocer un grupo de trabajo de profesionales abocados a la producción y salud animal y pronto pensamos en replicarlo en la Argentina”, confiesa Acosta. “Nos dimos cuenta que ya compartíamos varios clientes y cada uno en su especialidad por lo cual logramos interrelacionarnos casi sin quererlo”, analiza Cappa y agrega: “Fue entonces que le dimos forma y en el medio de la pandemia, mediante reuniones virtuales, se aceleró el proceso y sumamos a un amigo que hace coaching ontológico para que nos guíe hasta concretar el hecho de profesionalizar esta alianza”.


Uno de los puntos más discutidos tuvo que ver con los honorarios que se asignan los socios de Cowix. No dudan en afirmar que fue un trabajo de muchísimo esfuerzo. “El acuerdo permitió integrar clientes y honorarios en la empresa repartiendo las acciones de forma equitativa. Hoy, en la práctica, la empresa primero atiende sus obligaciones y luego se reparten los honorarios a partir de un sueldo estimativo”, explica Acosta a lo que sus colegas agregan: “Al ser una empresa en pleno crecimiento, tenemos un sueldo asignado para cubrir nuestras necesidades, pero todo lo demás se destina a la reinversión”.

Ese proceso de crecimiento se traduce en la suma de nuevos clientes y la formación de un equipo profesional de trabajo que ya suma 12 colaboradores. “Tenemos un excelente grupo humano, pero sabemos que es una limitante para algunas empresas. Al estar abocados a brindar servicios el principal recurso es el humano”, aporta Morandi.

A su vez, reconocen que aún es muy pronto para definir cuáles son los puntos de control de la empresa para medirlos en el tiempo, pero “hay cientos de ejemplos en todas las áreas que la repercusión es positiva y eso se traduce, por ejemplo, en materia de podología donde casi duplicamos las patas que tratamos o en el área nutricional, donde tenemos un vehículo que visita entre cuatro y seis campos a diario para analizar muestras y reajustar las dietas algo que era impensado cuando trabajamos de forma independiente”, explica Zinicola.

Hoy Cowix atiende establecimientos de forma directa, donde ejecuta los trabajos, pero de forma indirecta también asesora otros tantos alcanzando un universo de más de 40.000 vacas lo que significa una enorme base de datos. Cowix a su vez viene incorporando otra pata como un complemento que es la venta de insumos puntuales. “Son productos que le acercamos al productor porque facilitan la solución que ofrecemos, pero nuestro foco está en el asesoramiento integral de la empresa tambera”, cierran a coro.



* Facundo Sonatti es periodista de negocios especializado en empresas de familia (Twitter: @facusonatti)

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“El objetivo es acercar una propuesta al productor avícola, que en su origen tenga un manejo diferente al industrial”, explicó el ingeniero agrónomo Pedro Ruiz Posse, del INTA-AER Río Tercero, en Córdoba. A partir de este desarrollo, se construye un sistema modular, para producir huevos de gallina libres de jaula.
El trabajo incluye el diseño de las casetas, la densidad de animales que deben distribuirse en este espacio, alimentación y líneas genéticas a utilizar, entre otras variables.

MANEJO DE PASTURAS

Este factor es fundamental para sostener el sistema de producción. “La pastura será implantada sobre la existente en el caso de haber pasto natural, mejorando la oferta de nutrientes”.

En este punto, Ruiz Posse recomendó el uso de aquellas que permiten sumar volumen proteico, como alfalfa y trébol rojo y blanco. “Hay que tener mucho cuidado de no dejar suelo descubierto”, recomendó.

Con respecto al espacio que se debe destinar a las pasturas, desde fines de primavera hasta mediados de otoño y con 120 a 180 gallinas por caseta, la superficie destinada al consumo será de aproximadamente 400 a 500 metros cuadrados.

CONSTRUCCIÓN DE LA CASETA

Uno de los puntos en donde el informe pone énfasis es en la construcción de la caseta. “Debe ser fuerte para la protección de las aves, resistente a eventosclimáticos, autónoma en servicio eléctrico para luz y boyero eléctrico”, detalló el informe.

También debe tener compartimentos bien definidos como sala de pernocte con bebederos automáticos, nidos que se puedan cerrar de noche, sector de tanques de agua y silos de alimento, entre otras prestaciones.