Con el 50% de los trigos encañando, se espera una recuperación de los lotes regulares. El agua aseguraría un piso de rinde de 30 a 40 qq/ha.


«Se espera una gran respuesta del trigo tras las lluvias» así lo afirmó el último informe de la Guía Estratégica para el Agro.

Si bien «agosto había terminado con 300.000 has de trigo en condiciones regulares y la falta de agua recrudecía el temor por alcanzar las pérdidas de rinde del año pasado», pero en cambio, «se estima que la falta de agua puso un límite de rendimiento solo a 20.000 ha, el 1,2% del trigo sembrado en la región núcleo«. Por cierto, «hace un año había pérdidas generalizadas de plantas de un 30%», recuerdan los especialistas.

«En el resto se espera que el cultivo siga en carrera con el potencial casi intacto. Las lluvias de septiembre le darán un gran impulso al cereal y aseguran un en buena parte de la región una base de 30 qq/ha», señala el informe.

«Con el agua que dejaron las tormentas en El Trébol, centro sur de Santa Fe, los macollos están definidos y ya estiman un promedio de 40 qq/ha«. Allí, las reservas de agua alcanzan para llegar a floración y llenado de granos. También en Carlos Pellegrini y en Pergamino garantizan buenos resultados gracias a la fertilización aplicada. Al sur de Santa Fe, en Bombal, se estiman entre 35 y 42 qq/ha. En parte de los lotes regulares, el 1,2% de la región, se registró pérdidas de hojas y pérdidas de macollos, y se estiman ya perdidas del potencial de rinde. En Cañada Rosquín esperan que los cuadros desmejorados tengan una base de 30 qq/ha, mientras que los de mejor estado, estén encima de los 40 qq/ha.

En «la zona cordobesa, sigue habiendo necesidad de nuevas lluvias. Las reservas de agua del suelo para el trigo se consideran entre escasas a regulares«. De todas formas, bajó el estrés que se estaba observando. Ahora hay una pequeña tregua, pero tienen que llegar lluvias acá en más para pasar adecuadamente el periodo más crítico del cultivo.