Un nuevo informe coordinado por la OMM muestra las consecuencias negativas asociadas a fenómenos meteorológicos extremos en el continente africano durante el 2020 ¿Cuáles fueron los eventos más destacados? ¿Qué medidas pueden tomarse a futuro?


La OMM detallará hoy el Estado del Clima en África 2020, un informe que cuenta con el aporte de diversas instituciones sobre el impacto del
cambio climático en África el año pasado, y lo que esto representa para sus habitantes. Esta clase de informes permiten conocer sobre las tendencias y la influencia del cambio del clima global, como sucede en este caso, por ejemplo, con el aumento en el nivel del mar y el derretimiento de icónicos glaciares en esta región del mundo.

Realidad tajante: no hay término medio

De acuerdo a un artículo publicado previamente por la organización internacional, se anticipó sobre los temas centrales del informe, y precisó sobre cómo los cambios en patrones de precipitación, el aumento de temperaturas, y en general el clima más extremo, contribuyeron a la pobreza, la inseguridad alimentaria y el desplazamiento en 2020 en este continente, con el resultado del agravamiento de la situación socioeconómica ya generada antes por la pandemia de COVID-19.


Anomalías de la temperatura media del aire terrestre en ° C en relación con el promedio a largo plazo de África de 1981-2010 (Asociación Regional I de la OMM) sobre la base de seis conjuntos de datos de temperatura. Fuente: Met Office, Reino Unido.

Esta situación, que se encuentra volcada en datos a flor de piel, muestra un grado de vulnerabilidad desproporcionado, con indicadores climáticos a simple vista. En este punto, el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas, comentó:

"Durante 2020, los indicadores climáticos en África se caracterizaron por un calentamiento continuo de las temperaturas, un aumento acelerado del nivel del mar, fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, como inundaciones, deslizamientos de tierra y sequías, y los efectos devastadores asociados. La rápida reducción de los últimos glaciares que quedan en África oriental, que se espera que se derritan por completo en un futuro próximo, indica la amenaza de un cambio inminente e irreversible en el sistema terrestre"

Además, remarcó sobre la necesidad urgente y continua de mejorar la resiliencia climática, así como también inversiones para el desarrollo tecnológico y la mejora en los sistemas de alerta temprana, incluidos los sistemas de observación de tiempo, el clima y el agua.
El clima y la economía van de la mano

En línea con Taalas, H.E. Josefa Leonel Correia Sacko, Comisaria de Economía Rural y Agricultura Comisión de la Unión Africana, explicó:

"África está experimentando una mayor variabilidad meteorológica y climática, lo que conduce a desastres y perturbaciones de los sistemas económicos, ecológicos y sociales. Para 2030, se estima que hasta 118 millones de personas extremadamente pobres (es decir, que viven con menos de US $ 1,90 / día) estarán expuestas a sequías, inundaciones y calor extremo en África, si no se implementan las medidas de respuesta adecuadas"

En consecuencia, de no tomar medidas repentinas frente al cambio climático, la situación económica se vería gravemente afectada, a lo cual agregó que "no sólo están empeorando las condiciones físicas, sino también la cantidad de personas damnificadas".


Anomalías absolutas de precipitación para 2020 en relación con el período de referencia 1981-2010. Las áreas azules indican precipitación por encima del promedio, mientras que las áreas marrones indican precipitación por debajo del promedio. Fuente: Centro Global de Climatología de Precipitación (GPCC), Deutscher Wetterdienst, Alemania

Puntos que resaltan

A continuación, se destacan algunos de los mensajes clave que serán el pilar del informe oficial:

2020 se ubicó entre el tercer y octavo año más cálido registrado en África. La tendencia de calentamiento en los últimos 30 años (1991-2020) fue más elevada respecto al periodo 1961-1990.

Las tasas de aumento del nivel del mar a lo largo de las costas tropicales y del Atlántico sur y la costa del Océano Índico son más altas que la tasa media mundial, de aproximadamente 3,6 mm / año y 4,1 mm / año, respectivamente.

Los glaciares presentes en el continente pueden desaparecer en la década de 2030 y 2040, respectivamente, si continúa la tasa de desglaciación actual, la cual supera al promedio mundial.

En 2020, se registraron inundaciones de magnitud en África Oriental.

La ampliación en el acceso a sistemas de alerta temprana y a la información hacia sectores que involucren a los alimentos y el clima, pueden reducir la inseguridad alimentaria hasta en un 30%.

La presentación y publicación de este informe durante el Congreso Meteorológico Mundial Extraordinario y antes de las negociaciones sobre el cambio climático de la ONU, COP26, dan cuenta, como así especificó la OMM, de conllevar una acción climática urgente en este continente y de la coordinación e implementación de marcos estratégicos relacionados con el clima, el agua y el tiempo para apoyar su desarrollo socioeconómico, sumándose a la evidencia científica sobre la inmediatez de reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero y aumentar el nivel de ambición climática y la financiación para la adaptación.