Las dinámicas regionales casi compensaron el efecto negativo de los forzantes de escala planetaria.


«En los últimos siete días hubo un cambio rotundo en las condiciones pluviales sobre el centro del país», destaca el último informe de la Guía Estratégica del Agro. El fin de octubre y el inicio de noviembre capitalizaron de manera muy eficiente el ingreso de un frente frío desde el sudoeste. Junto a la atmósfera cargada de humedad y altas temperaturas debidas a la predominante circulación del sector noreste provocaron importantes lluvias y tormentas. Los acumulados fueron superiores a los 100 milímetros sobre el sudeste de Córdoba, sudoeste de Santa Fe y noroeste de Buenos Aires. Un escenario óptimo, incluso impensado un par de semanas atrás, cuando la escasez pluvial se hacía sentir sobre la región central.

Con menor volumen pero igualmente homogéneas las precipitaciones se desplegaron sobre toda la franja mediterránea oeste, alcanzando incluso el sur de Jujuy.

Distinto fue el comportamiento sobre la franja este del país. Solo algunas lluvias moderadas alcanzaron la franja este de Santa Fe, la mesopotamia y el sudeste bonaerense. Hubo sectores que no recibieron lluvias.

Esta dispar distribución con un marcado gradiente negativo hacia el este tiene efecto directo sobre el estado de las reservas de agua en el suelo. Aumentan los contrastes según la zona, efecto que seguramente se verá reflejado en los rindes finales.

El arranque del nuevo mes trajo alivio a los cultivos del centro del país. La transición intermensual dejó como saldo lluvias muy importantes. Prácticamente, compensaron totalmente los requerimientos de agua que arrastraban el sudeste de Córdoba, el sudoeste de Santa Fe y el noroeste de Buenos Aires. Esas regiones podrán transitar el último trimestre del año mucho mejor posicionadas que los sectores ubicados sobre la franja este del país.

El centro de la región núcleo finalmente culminó octubre con acumulados muy próximos a los normales del mes (alrededor del 80% de los valores estadísticos), incluso con sectores puntuales donde se superaron los registros medios.

Esta condición diferencial de agua recibida sobre la franja oeste del país, permite que los cultivos implantados en ese sector continúen su desarrollo mucho más aliviados que los de las zonas productivas ubicadas hacia el este y el sudeste de la región pampeana. La recuperación que brindaron los últimos días de octubre y el inicio de noviembre se vuelve muy importante considerando a futuro la posibilidad de un escenario con lluvias menos generosas.

En los últimos siete días las dinámicas regionales funcionaron de manera muy eficiente, compensando casi totalmente el efecto negativo de los forzantes de escala planetaria. Aun así, debemos recordar que el evento Niña está activo y combinando su acción negativa con el enfriamiento de la Costa Atlántica.

Por lo tanto, más allá de la buena situación actual, es lógico proyectar, para los próximos meses, un contexto de lluvias ajustadas y muy irregulares, con un techo establecido por los valores medios normales para la época del año.