Con manejos que piden ajustes, las brechas de rinde en girasol rondan el 40%. Esta red llega para aportar información sobre este cultivo estratégico, cuya área creció un 20% promedio en las últimas campañas.
El girasol es un cultivo con amplia historia en Argentina y para la campaña 2022/23 se proyecta una intención de siembra cercana a los 2 millones de hectáreas, mostrando un incremento interanual del 17,6% y una expansión de casi el 20 % respecto al área promedio de las últimas 5 campañas.

En el marco de talleres de intercambio, productores y técnicos de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) detectaron vacíos de conocimiento y necesidades para ajustar el manejo del cultivo en cada ambiente. Atendiendo estas demandas, la Institución creó la Red de Girasol de Aapresid que tiene por finalidad, generar y difundir información sobre el manejo del cultivo en distintos ambientes y brindar sustentabilidad a los sistemas productivos.


Para ello, la Red liderará ensayos en diferentes ambientes de Buenos Aires y Este de La Pampa, distribuidos en más de 12 sitios confirmados hasta el momento. “Si bien en esta campaña nos enfocamos en estas regiones, el objetivo del próximo año es sumar sitios en las zonas centro y norte del país”, explica la Ing. Agr. Magali Gutiérrez, quien lidera esta Red desde Aapresid junto a Juan Edwars (Inta Balcarce)

La iniciativa, que ya cuenta con los principales sponsors y está terminando de definir los protocolos de ensayos, se enfocará en principio en 4 ejes de trabajo:

•Genética: la baja producción de semilla de la última campaña – causada por la sequía y la incidencia de Phomopsis – reduce el abanico de germoplasmas disponible para los productores. En este contexto, el objetivo de la Red se enfocará en evaluar la respuesta en rendimiento y calidad de los genotipos en los distintos ambientes y comportamiento ante Phomopsis y vuelco.

•Densidad: durante la emergencia, el girasol es muy susceptible al ataque de plagas, al frío y al encharcamiento, que en situaciones extremas implican reducciones del stand de plantas. Esta situación genera entre los productores mucha incertidumbre a la hora de definir la densidad de siembra. La segunda línea de trabajo apunta a generar nuevo conocimiento sobre esta variable.

•Protección fungicida: los efectos sobre el rendimiento de girasol que tiene el uso de fungicidas son muy consistentes a lo largo de distintas regiones. En un escenario de precios que juega a favor de la protección del cultivo con estas herramientas, la Red buscará aportar información sobre pautas de manejo en cada ambiente y relación costo-beneficio de los tratamientos.

•Fertilización nitrogenada: La brecha en rendimiento del girasol en Argentina ronda el 30-40%, y gran parte de esa brecha se debe al mal manejo de la nutrición. Los germoplasmas actuales tienen gran potencial de rendimiento y por ende, mayores demandas de nutrientes. Sumado a ello, los suelos de hoy están más degradados. En esa línea, la Red apuesta a evaluar la respuesta en rendimiento y calidad del agregado de N en el cultivo y el impacto de la fertilización nitrogenada sobre la sanidad del cultivo y vuelco.