Según la Bolsa de Comercio de Rosario, los registros actuales van camino a superar los de 2007 y ubicarse como los peores desde 1984, el año récord de frío desde que existen mediciones.
La ola polar que sigue su paso por todo el país, con nevadas históricas en la Patagonia y nueve provincias que hace dos días están bajo alerta meteorológica roja por temperatura extrema, ha comenzado a arrojar también datos sorprendentes.
Por ejemplo, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) señaló en las últimas horas que el invierno 2024 se encamina a ser el segundo más frío desde que existen registros, en los últimos 60 años.
De continuar este panorama gélido, que todo indica que seguirá, superará los valores de 2007 y se ubicará como el invierno con más bajas temperaturas desde 1984.
En este marco, las noticias para los cultivos son dispares: para el trigo son malas, porque ya se observan daños en lotes implantados; y para el maíz son buenas, debido a que las heladas ayudan a reducir la humedad para finalizar la cosecha 2023/24, a la vez que colaboran con reducir la población de chicharritas de cara a la siembra 2024/25.
UNA SEMANA MÁS DE OLA POLAR
De acuerdo con las proyecciones de la Bolsa rosarina, las temperaturas mínimas se mantendrán por debajo de cero grado hasta el 16 de julio, después de lo cual se espera un ascenso gradual.
Así, “si las proyecciones actuales se mantienen, este invierno podría superar las anomalías negativas registradas en 2007 y convertirse en el segundo más frío desde que se tienen registros, solo superado por el invierno de 1984”, precisó en un informe especial.
En este marco, la entidad advirtió que ya se están observando los primeros daños en el trigo, debido a las heladas, con pérdidas de plántulas en varias áreas. La susceptibilidad de las variedades y las condiciones específicas de cada zona agravan estos daños.
“Las temperaturas mínimas se han mantenido extremadamente bajas, registrándose valores entre -2 y -7,5°C en áreas del norte de Buenos Aires, el sudeste de Córdoba y el sur de Santa Fe. En Chacabuco, se registró la temperatura más baja con -7,8°C”, dijo la BCR.
El informe menciona que las bajas temperaturas han retardado el crecimiento de las plántulas, especialmente en los lotes sembrados con humedad escasa.
En regiones como Bigand y María Susana, se reportan sectores de lotes con semillas sin germinar debido a la falta de humedad y al impacto de las heladas. Para mitigar estos efectos, se necesita una precipitación de entre 10 a 15 milímetros para reducir el impacto de las heladas y favorecer el desarrollo del cultivo.
EL TRIGO, CON ALGUNAS PREOCUPACIONES
En paralelo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires publicó su Panorama Agrícola Semanal (PAS) en el que también se menciona la desmejora de las condiciones de los lotes ya implantados y brotados con trigo.
“Debido a las bajas temperaturas de las últimas semanas, los lotes del norte del área agrícola muestran crecimiento reducido y algunos daños por helada en puntas de hojas, mientras que los últimos lotes sembrados en el centro y sur del área agrícola presentan demoras en la emergencia”, señala el PAS.
Según la entidad porteña, ya se sembraron el 93% de las 6,3 millones de hectáreas estimadas para el presente ciclo.
De igual modo, la experta en fitopatología del Inta Pergamino, Lucrecia Couretot, mostró en sus redes sociales algunos trigos con daños en sus hojas por las heladas, y sugirió evaluar bien los lotes para no confundir este tipo de perjuicio con alguna enfermedad.
PARA EL MAÍZ, UN ALIVIO
En cuanto al maíz, las bajísimas temperaturas, como se mencionó han significado un doble alivio.
Por un lado, en lo que respecta a la cosecha actual, han permitido reducir la humedad en grano, lo que permite un fuerte avance de la cosecha, que ya alcanza el 70% de los lotes, 12,1 puntos porcentuales más que el año pasado.
Y en lo que se refiere a la próxima campaña, el invierno frío podría ayudar a controlar la población de chicharrita del maíz, que no resiste temperaturas por debajo de los 4°C.
Esto es crucial, ya que el ataque de esta plaga redujo los rindes del maíz tardío 2023/24 en un 30% en la región núcleo, con muchos lotes considerados perdidos. La superficie destinada a estos cultivos representó el 35% del maíz total.
En este marco, vale recordar que las proyecciones iniciales para el ciclo 2024/25 reflejan una disminución del 15% en la superficie sembrada, con una reducción de 300.000 hectáreas.
Sin embargo, las bajas temperaturas de julio podrían ayudar a reducir la población de la plaga y, en consecuencia, mitigar la caída del área de maíz proyectada.