Investigadores del INTA digitalizaron la información de los suelos bonaerenses a escala 1:50.000. Es una información clave para determinar la capacidad de uso, mejorar la producción y prevenir la erosión.
Investigadores del Instituto de Suelos del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA pusieron a disposición de la comunidad agropecuaria, para su libre descarga, la primera versión de la información vectorial de suelos a escala 1:50.000 de la provincia de Buenos Aires.
Esta herramienta fue elaborada a partir de la digitalización del material original de las Cartas de Suelos de Buenos Aires, que comenzaron a relevarse en 1964 y el primer tomo fue la hoja correspondiente a Pergamino, publicada en 1972.
“Las cartas de suelos son publicaciones elaboradas para dar a conocer los resultados de los estudios de campo, gabinete y laboratorio efectuados en un área, presentándolos en forma de textos explicativos y de mapas a distintas escalas”, explicó Guillermo Schulz, investigador del área de cartografía del Instituto de Suelos.
En esa línea, puntualizó: “La calidad de los datos obtenidos, así como la metodología utilizada, determina el nivel de generalización que se alcanza y la escala de la carta”.
UTILIDAD
Las cartas de suelos, según Shulz, “están destinadas principalmente al productor agropecuario, con el propósito de ayudarle a conocer mejor sus tierras y contribuir a que las maneje en forma adecuada, aumentando su nivel de aprovechamiento”.
También subrayó que “está dirigida a los extensionistas y agrónomos para que las utilicen en sus tareas de divulgación, asesoramiento y manejo de campos, y a los ingenieros civiles e hidráulicos para sus proyectos de construcción de caminos, edificios y otras estructuras para las cuales deben poseer datos sobre propiedades de los suelos”.
Por su parte, Leonardo Tenti Vuegen, otro investigador del Instituto de Suelos, destacó que la información suministrada por las cartas “permite determinar la capacidad de uso de los suelos y estimar su productividad bajo determinados niveles de manejo”.
Además, destacó que sirven para “planificar el uso racional del suelo a distintos niveles (regional, subregional y predial), permitiendo adecuar las prácticas de manejo y conservación que exigen las distintas clases de tierras, para una mayor y sostenida productividad agrícola”.
Por otro lado, “establecen las bases para la investigación y experimentación agropecuaria, permitiendo la extrapolación de resultados experimentales dentro y fuera del país” y “establecen criterios técnicos para la administración del crédito y para la definición de políticas agropecuarias, crediticias e impositivas”, completó.
Por último, las cartas de suelos permiten “determinar áreas afectadas por erosión, salinidad, alcalinidad, drenaje deficiente, entre otros”, agregó.
LOS SUELOS EN BUENOS AIRES
De acuerdo a los investigadores del área de Cartografía del Instituto, la carta de suelos de la Provincia de Buenos Aires reporta la presencia de seis órdenes de suelos en el territorio provincial:
Los Molisoles representan el mayor porcentaje de los suelos en la provincia y están asociados a una gran diversidad de paisajes. Se desarrollan generalmente a partir de materiales franco limosos de origen eólico (loess) y poseen un horizonte superficial oscuro y rico en nutrientes.
Los Alfisoles son suelos con horizontes subsuperficiales donde la acumulación de arcillas dificulta el drenaje lo que determina que se acumulen sales de sodio en la superficie. Esto ocurre mayormente en sectores de la Pampa Deprimida y en el oeste de la provincia.
Los suelos que presentan escaso desarrollo se conocen como Entisoles. En la provincia se encuentran en sectores costeros como planicies anegables del sector marino, así como en áreas continentales donde aparecen cordones medanosos. Generalmente están formados por materiales originarios de textura gruesa (arenas).
En el sector austral de la provincia, en los partidos de Villarino y Patagones se reconocen suelos del orden Aridisol. En este caso, se trata de suelos desarrollados en un régimen arídico, lo que condiciona su uso agropecuario debido a la escasez de lluvias y agua en los perfiles.
Ocupando un sector costero adyacente al Río de la Plata y áreas bajas en el este provincial se reconocen suelos del orden Vertisol. Estos suelos poseen granulometría fina (arcillas) y en períodos secos se reconocen por la presencia de grietas en la superficie.
Finalmente, los Inceptisoles se presentan en mucha menor proporción con respecto a otros órdenes. Al igual que los Entisoles, son suelos de escaso desarrollo, pero presentan un horizonte diagnóstico incipiente. Ocupan pequeños sectores hacia el oeste de la provincia.